En un descubrimiento significativo que impulsa nuestra búsqueda de vida extraterrestre hacia adelante, NASA descubre TOI-715 b, una supertierra ubicada a 137 años luz de distancia de nuestro planeta
El Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA, descubrió este nuevo mundo intrigante. Este exoplaneta rocoso, aproximadamente 1.5 veces el tamaño de la Tierra, se encuentra cómodamente ubicado en la zona habitable de su sistema estelar, donde las condiciones pueden ser adecuadas para que exista agua líquida, un ingrediente crucial para la vida tal como la conocemos.
Discovery Alert!
A super-Earth ripe for further investigation orbits a small, reddish star that is, at least by astronomical standards, fairly close to us – only 137 light-years away. The same system also might have a secret: a second, Earth-sized planet! https://t.co/AaZYo7efNY pic.twitter.com/898Dj762Wo— NASA Exoplanets (@NASAExoplanets) February 1, 2024
TOI-715 b, una Supertierra Habitable
TOI-715 b orbita alrededor de una estrella enana roja, más pequeña y más fría que nuestro sol, lo que hace concebible su año de 19 días para que la vida no sea quemada por la radiación estelar. Esta proximidad, junto con la luminosidad disminuida de la estrella, posiciona a TOI-715 b como un candidato principal en la búsqueda de entornos que podrían sustentar la vida.
El descubrimiento, publicado en las Noticias Mensuales de la Real Sociedad Astronómica, fue posible gracias al agudo ojo de TESS para detectar el leve oscurecimiento de las estrellas cuando los planetas pasan frente a ellas. El tránsito de TOI-715 b proporcionó no solo evidencia de su existencia, sino también pistas sobre su tamaño y órbita.
Para confirmar el planeta se utilizaron una variedad de instalaciones internacionales como Gemini-Sur, telescopios del Observatorio Las Cumbres, los telescopios ExTrA, la red SPECULOOS y el telescopio TRAPPIST-sur.
La NASA planea adentrarse más en los misterios de TOI-715 b con el Telescopio Espacial James Webb (JWST). Posicionado a 1 millón de millas de la Tierra, el JWST tiene la capacidad de analizar las atmósferas de planetas distantes, ofreciendo información sobre su composición y, potencialmente, su habitabilidad.
A medida que continuamos expandiendo nuestros horizontes celestiales, descubrimientos como TOI-715 b subrayan la importancia de misiones como TESS y JWST. No solo enriquecen nuestra comprensión del cosmos, sino que también nos acercan a responder la antigua pregunta: ¿Estamos solos en el universo?
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