De acuerdo a Volkswagen, el proceso de producción es el fruto del trabajo en conjunto tanto de personas como de máquinas y a medida que pasa el tiempo, esta colaboración entre ambos es más importante.
Muchos de esos procesos sobre componentes o el vehículo en sí, son llevados a cabo en forma simultánea entre personas y máquinas, algo que va dejando de lado el trabajo secuencial o sea primero uno y después el otro (personas y robots). Esto trae implicado que los robots cada vez deben de entender más a las personas con las que trabajan. En pocas palabras deben de saber que quieren y que necesitan de ellos los humanos.
Una de las personas que trabaja en la «educación» de estos robots es Johannes Teiwes, quien lo hace Wolfsburg, en el Smart Production Lab del Grupo de TI y programa “cerebros” de software para robots con el objetivo de que los robots apoyen a los humanos de la mejor manera posible.
Un claro ejemplo de la colaboración entre humanos y robots en Volkswagen se da en la planta de producción de Wolfsburg, donde en la nave 54, mientras trabajadores especializados ensamblan motores con el apoyo de un robot que se encuentra trabajando a su lado, sin ninguna barrera que los separe.
Estos robots que trabajan tan cerca de los empleados, de acuerdo a Volkswagen requieren de un conocimiento y habilidades superiores a otros robots.
De acuerdo a Teiwes,
Últimamente, se instalan cada vez más y más sensores en los robots. Esto requiere un nuevo modo de programación y nos plantea nuevos retos a los que trabajamos en TI.
El grupo de ingenieros en el que trabaja Teiwes han programado un robot para la línea de montaje, el cual reconoce si los motores son de gasolina, GTI, TDI o de otro tipo. Las tareas para las que está programado las cumple en forma rápida y según Teiwes con precisión. También está entrenado para ralentizar su tarea cuando uno de los humanos se acerca mucho. En estos casos, para Volkswagen la seguridad tiene prioridad por sobre cualquier otra cosa.
Además el robot está programado para cumplir tareas adicionales, como por ejemplo uno de los módulos programados es la función de fijación de pernos en los motores. También trabajan entregando las partes y herramientas necesarias a los humanos, en el momento que estos las necesitan, en forma automática o tras una orden impartida por el trabajador humano.
El equipo del Smart Production Lab está compuesto por 40 expertos TI, incluidos ingenieros industriales y especialistas en negocios.
Teiwes señala que
Nuestro trabajo se focaliza en las tecnologías inteligentes usadas en la producción, siempre desde la perspectiva del desarrollo de software
El próximo proyecto del equipo del Smart Production Lab comprende el desarrollo de un robot llamado MIRCO (Mobile Intelligent Robotic Co-Worker), un prototipo con dos brazos apoyado sobre una plataforma móvil. En estos momentos están experimentando una forma de agarre similar a la que utilizan los humanos, con el objetivo de poder agarrar y mover componentes pesados.
Teiwes también comenta que para programar a los robots hay que se paciente y tener mucha imaginación.