La planta de Audi en Ingolstadt, Alemania, es su mayor planta de producción de automóviles y la segunda fábrica de automotores más grande de Europa. Allí en el 2016 se produjeron un total de 592,337 unidades entre todas la líneas de Audi A3, Audi A4, Audi A5 y Audi Q2. Desde hace poco los trabajadores de esa planta comenzaron a trabajar en colaboración con nuevos robots, sin la necesidad de tener una protección física que los separe gracias a un robot llamado KLARA, que utilizan para la instalación del techo creado en polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP) en el nuevo Audi RS 5 Coupé.
Esta es la primera vez que Audi utiliza un robot para aplicar adhesivo en la línea de montaje. Varios de estos robots ya se están integrando en la producción de carrocerías y no solo en Ogolstadt, también en su planta de Bruselas y en la línea de montaje de motores de su planta en Györ.
Audi explica el proceso en el que KLARA trabaja junto a operarios de la siguiente manera:
Como primer paso, un empleado coloca el techo de polímero reforzado con fibra de carbono en una mesa giratoria y lo inclina. La aplicación del adhesivo se activa manteniendo pulsado un botón. Un anillo iluminado indica cuándo KLARA ha finalizado el proceso de aplicación del cordón de adhesivo de más de cinco metros de longitud. En ese momento, el robot indica que el techo está listo para su instalación. El operario puede manipular el techo con un dispositivo especial para proceder a montarlo en la carrocería. El techo realizado en CFRP forma parte del equipamiento opcional del Audi RS 5 Coupé, y es significativamente más grande que sistemas de techo comparables, por lo que una persona no podría aplicar el adhesivo con la misma precisión y fiabilidad con la que lo hace KLARA.
Lo interesante de KLARA es que no necesita de elementos de protección que lo separen de los trabajadores y de esta manera ambos, robot y humanos, trabajan en una misma zona, lo que permite ahorrar espacio y una integración más profunda de los robots en la línea de montaje de automóviles.
Audi señala que la seguridad de los operarios es prioridad absoluta y que estos tienen control total de proceso, pudiendo detener el mismo en cualquier momento. Además Klara tiene sensores especiales en sus brazos que detectan contacto con humanos y si así sucede, se detienen en forma automática. También tiene un anillo de color rojo que se ilumina cuando detecta cualquier peligro o problema.
El tiempo de instalación de KLARA en la planta de Audi fue mínimo, ya que fue ensamblado antes de su instalación en la línea de montaje. Audi indica que si hubieran optado por la solución alternativa a KLARA, el esfuerzo y los gastos hubieran sido mucho mayores.