21 noviembre 2024

Twitter ahora pregunta al usuario si acepta o no mensajes directos de personas a las que no siguen

Si optaron por recibir mensajes directos de cualquier persona, ahora los mensajes que reciban de personas a las que no siguen se verán como solicitudes  en la misma pestaña de Mensajes Directos hasta que decidan si aceptan o no el mensaje.  La persona que envió el mensaje no sabrá que lo han leído hasta que ustedes acepten el mensaje.

https://twitter.com/Twitter/status/869608493548011520

También recibirán el mismo tratamiento cuando mantienen una conversación grupal a las que se agregaron usuarios a los que no siguen.  Cuando el grupo reciba un mensaje de estos, la próxima vez que ingresen en la conversación Twitter les pedirá que elijan entre aceptar o no el mismo.

Si aceptan el mensaje, podrán interactuar con la persona que lo envió y el mensaje será enviado a la bandeja de entrada y si el mensaje tiene contenido multimedia, el mismo estará oculto y para verlo solo deben tocar o hacer clic en Ver Contenido Multimedia.   En el caso de no aceptar, el mensaje se elimina de la bandeja de entrada.

Cuando eliminan un mensaje directo de una persona que no siguen, eso no evita que esa persona siga enviando mensajes y si eso les molesta, pueden tienen la opción de bloquear al usuario o en el caso que crean que es spam, lo pueden denunciar.

 

Siguenos por Twitter a través de @Geeksroom y no te pierdas todas las noticias, cursos gratuitos y demás artículos. También puedes seguirnos a través de nuestro canal de Youtube para ver nuestros vídeos, a través de Instagram para ver nuestras imágenes! O vía Bluesky si ya estás cansado de Twitter

Hector Russo

Desde su juventud se ha dedicado a la Tecnología de la Información. En su oportunidad fue incluido por Ivy Worldwide en su lista Top 25 influencers en Tecnología. Actualmente es miembro del panel de jurados que elige los mejores vehículos del año para el mercado hispano de Estados Unidos, a través de los Hispanic Motor Press Awards.

Ver todas las entradas de Hector Russo →