Para que una economía sea próspera se necesita la intervención integral de la producción manufacturera como parte del plan de desarrollo económico de un país, así lo sostiene Jennifer McNelly, Directora Ejecutiva del Instituto de Manufactura.
Hoy precisamente concluye el Summit on the Global Agenda 2015 en Abu Dhabi que discute el futuro de la industria de la manufactura.
Entender el futuro de esta industria nos lleva inevitablemente a recordar sobre la creación y desarrollo de otras revoluciones, las llamadas revoluciones industriales con la aparición de las máquinas de vapor, la energía eléctrica, y la tecnología de la información
Es en el 2011 que un grupo de pensadores alemanes por primera vez avistaron el amanecer de una cuarta revolución indsutrial, un cambio que promete transformar muchos puestos de trabajo y hacer que el infinito mundo de los productos atiendan sus necesidades particulares y específicas.
Industria 1.0: Agua/ energía a vapor.
Industria 2.0: Energía eléctrica.
Industria 3.0: Poder de las computadoras.
Industria 4.0: Poder del Internet de las Cosas (IoT).
Hemos arribado a Industria 4.0. Pero, ¿Qué es la Industria 4.0?
Se trata de una etapa de desarrollo en la organización y administración de todo el proceso de manufactura. Esta revolución industrial se caracteriza por incorporar dispositivos inteligentes que puedan efectivamente tomar control de las máquinas de producción en una planta y que mediante comunicación dispositivo-a-dispositivo sean capaces de llevar a cabo las operaciones de produccion manufacturera.
Bien podría decirse que es un enlace entre el Internet de la Cosas y la Industria.
La tendencia está en sus infancia en algunas compañías y sectores industriales pero en otras se encuentra ya muy desarrollada principalmente en los EE.UU. y Alemania con Lean Manufacturing o Quick Response Manufacturing (QRM) como sus principales procedimientos.
Estas economías se están viendo fortalecidas por la Industria 4.0 al emerger como economías globales competitivas al estar dispuestas a abrir más plantas de manufactura tanto en Europa como Norte América.
De acuerdo con el economista Ken Goldstein, en una entrevista con NPR, en una economía de crecimiento lento y con alto desempleo, buscar innovación en el área de la manufactura puede muy bien ser parte de la solución.
Y el presidente norteamericano estaba escuchando. Para tales motivos el presidente Obama creó el National Network for Manufacturing Innovation – (NNMI). Se creó (2012) también el competitivo National Additive Manufacturing Innovation Institute – (NAMII). Este último es un consorcio que incluye a firmas manufactureras, universidades, colegios comunitarios y ONGs y que funciona bajo la dirección de otra ONG, el National Center for Defense Manufacturing and Machining – (NCDMM).
Con toda esta organización y apoyo gubernamental del gobierno de los Estados Unidos, la economía norteamericana así como su industria se apuntalan para seguir liderando el mundo.
La manufactura norteamericana está nuevamente re-estableciendo su competitividad. Y no hablamos de Silicon Valley. Después de casi una década de retraso, el 2013 fue un año en el que el déficit comercial de bienes Made in U.S.A se redujo de 227 billones, a 225 billones respecto al año anterior, según datos hechos a conocer por el economista Ernest Preeg de la Manufacturers Alliance for Productivity and Innovation, y reportado por The Wall Street Journal
En esta era de Industria 4.0 y continua evaluación y mejoramiento de los procesos, son los consumidores quienes influyen en el diseño y el control de la producción. Los fabricantes ahora pueden y deben adaptarse rápidamente a las demandas específicas de sus consumidores.
Para entender mejor lo que acabo de escribir arriba lo invito a revisar un slide sobre las tendencias de la ahora llamada IV Revolución Industrial.