No nos damos cuenta lo que dependemos de Internet hasta que un día se cae la conexión y cómo dependemos!
Al principio no sabemos que hacer, pero después de un rato, ya comenzamos a sentirnos cómodos, como que nos quitamos la responsabilidad de encima y le echamos la culpa al proveedor de Internet, es como que nos sentimos un poco liberados, especialmente los que trabajamos a través de Internet.
Después de esa primera sensación de frustración viene lo bueno, ya que comenzamos a llevar a cabo cosas que no hacíamos desde hace tiempo, como por ejemplo ordenar el escritorio y algunas otras cosas más que dejamos de lado por tanto tiempo.
En la siguiente ilustración, creada por el sitio Pleated Jeans, un poco en broma, un poco en serio, pueden ver que hacemos cuando no tenemos Internet, aunque le falta todo lo productivo que en realidad llevamos a cabo después de los primeros minutos que estamos sin conexión.
[Fuente GAS]