Detectar el cáncer de mama es algo que en estos tiempos no debería ser difícil, pero existe un problema el cual todavía no tiene una solución que permite a través de métodos actuales detectar con precisión el mal.
El método más común para detectar este tipo de cáncer en su etapa temprana es el mamograma digital, pero lamentablemente con este procedimiento se dan muchos resultados de los llamados falsos positivos y hasta falsos negativos.
Esta falta de resultados certeros pueden ocasionar demoras en la detección y el tratamiento, a todo lo que se le suma el estrés innecesario para los pacientes, ya que pasan momentos de mucha incertidumbre.
Hace 5 años atrás, en el 2014, Google compró la compañía inglesa DeepMind, especializada en inteligencia artificial, la cual desde hace un tiempo ha puesto su atención en la detección de este tipo de cáncer.
DeepMind, junto con el Cancer Research UK Imperial Center, Northwestern University y Royal Surrey County Hospital, comenzaron a trabajar en conjunto con la idea de que la inteligencia artificial podría ayudar a los radiólogos a detectar los signos de cáncer de mama con mayor precisión.
Con ese objetivo la empresa entrenó sus algoritmos con datos no identificados de pacientes del Reino Unido y Estados Unidos. El resultado de las primeras pruebas demostró que la Inteligencia Artificial de DeepMind podría reducir los falsos positivos en un 5,7 por ciento y los falsos negativos en un 9,4 por ciento en los EE. UU. En cuanto a las pruebas en el Reino Unido revelaron una reducción menor de 1.2 por ciento y 2.7 por ciento respectivamente en el Reino Unido.
La gran diferencia con los expertos humanos, que utilizan historias de pacientes y mamografías previas para realizar sus evaluaciones, es que la IA de Google solo tuvo acceso a la mamografía más reciente de cada paciente. A pesar de esto, pudo tomar decisiones de detección con mayor precisión que los expertos y el modelo, de acuerdo a Google, podría generalizarse a diferentes poblaciones.