La automotriz SEAT y más precisamente su Departamento de Calidad, ha puesto en marcha el Centro de Entrenamiento de los Sentidos, en el cual entrenan a los inspectores de una forma innovadora.
En este nuevo centro los inspectores de calidad encargados de la última revisión de los automóviles antes de distribuirlos a los clientes, reciben una nueva formación en cuanto al ejercicio de la vista, el oído, el tacto y el olfatos.
Por ejemplo el ser humano puede captar sonidos desde los 20Hz hasta los 20 KHz, diferenciar millones y millones de colores y hasta percibir más de 10.000 olores diferentes. Si bien los sentidos son cualidades innatas de cada individuo, en muchos casos el no entrenamiento no les permite sacar el máximo provecho a esas cualidades.
El departamento de calidad de SEAT está convencido de que el entrenamiento permitirá mejorar más el control de calidad y es por eso que decidieron abrir este centro y crear un programa de capacitación para entrenar los sentidos de los inspectores.
A continuación tenemos algunas de las observaciones de Álvaro Niño, maestro del curso de capacitación para ejercitar los sentidos:
- El papel de los sentidos: “Es algo suave, redondo. Diría que es una pelota”, comenta una de las participantes mientras realiza un tacto a ciegas. Al otro lado, evaluando el resultado de las pruebas, está Álvaro Niño, del Centro de Entrenamiento de Calidad y maestro del curso. El objetivo es perfeccionar la capacidad de percepción “para aprender a utilizarla cuando revisen la calidad de los vehículos” a lo largo del proceso de fabricación, afirma Niño.
- ¿A qué huele la piel?: La formación consiste en ejercicios prácticos como los test olfativos. Los alumnos tienen que identificar si el olor de la piel o el plástico es el adecuado. También se les pide que identifiquen olores de la vida cotidiana, por ejemplo, el de hierbas aromáticas como la lavanda. En el caso de las pruebas de audición, los participantes tienen que detectar posibles sonidos discordantes en un simulador.
- El ojo que todo lo ve: “Detallistas, observadores, perfeccionistas y precisos” son los rasgos que caracterizan a estos expertos, según el maestro. Después de la formación, son capaces de detectar “desviaciones de 1 milímetro o pequeños cambios de color muy difíciles de percibir a simple vista”, confirma Niño. Alrededor de 260 de inspectores de Calidad participarán en este curso: tanto personal nuevo como los trabajadores en activo, que actualizarán sus conocimientos cada dos años.
- 2.300 coches revisados al día: Para revisar correctamente la calidad de los coches, el equipo realiza una pauta de movimientos determinada, de ocho minutos, alrededor del vehículo. Examinan su interior, el exterior y que las puertas y el maletero se ajusten bien para poder darle al coche la ‘Q’ de calidad antes de que salga de la línea de producción.
- El hombre y la máquina: 2.000 robots en el taller de Chapistería y 125 robots autónomos de los talleres 9 y 10 de Montaje conviven cada día con los 7.000 empleados de la planta de Martorell. “Tenemos herramientas, tenemos tecnología, pero el componente humano nunca podremos sustituirlo”, apostilla Niño.