Hace poco un matrimonio de la ciudad de Portland, Oregon, aquí en Estados Unidos, mantuvo una conversación sin saber que el asistente personal Alexa de Amazon de su dispositivo Echo, grabó la conversación y la compartió con una persona de su lista de contactos, sin autorización.
La pareja se enteró de lo que sucedió pues la persona que recibió la grabación fue uno de los empleados del marido, quien lo llamó para comunicarle que recibió una grabación de una conversación del matrimonio. Alarmado el empleado, sin saber lo que en realidad había sucedido, le dijo «desconecta tus dispositivos Alexa ahora mismo, te han hackeado». Cosa que alarmó aún más a la pareja.
La esposa, llamada Danielle, dijo que la conversación que grabó y compartió Alexaera, fue acerca de renovar los pisos de madera de su hogar. En principio la pareja pensó que era un chiste del empleado y no le quería creer, pero cuando el empleado les dijo que era una conversación sobre pisos de madera, se convencieron de que era algo real y lo terminaron de confirmar cuando el empleado, que se encontraba a poco menos de 180 millas de la casa de su jefe, les envió la grabación y la escucharon.
Inmediatamente la pareja, aterrada por lo que sucedió, se puso en contacto con el Centro de Ayuda de Amazon, pero no recibió ninguna respuesta satisfactoria y en forma más concreta, no recibió ninguna respuesta que explicara cuál había sido el problema o la falla. Amazon solo le indicó que ingenieros revisaron los logs para determinar el problema, pero no encontraron nada anormal.
En casa tenemos un par de dispositivos Echo, que mayormente se utilizan para escuchar música, noticias, el estado del tiempo y algunas que otras preguntas generales, más el uso de algunas habilidades de terceros. No los utilizamos para comunicaciones. Aún así esto no nos gusta para nada.