Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Connecticut reveló que los cigarrillos electrónicos potencialmente son tan peligrosos como los cigarrillos de tabaco.
Los investigadores probaron los cigarrillos electrónicos y los de tabaco utilizando un nuevo dispositivo de análisis de bajo costo creado con impresión 3D para determinar el daño que pueden causar al ADN via un conocido carcinoma (NNK) bajo diferentes cantidad de inhalaciones (20, 60 y 100). Por ejemplo a través del estudio se conoció que 20 inhalaciones de un cigarrillo electrónico es igual a fumar un cigarrillo de tabaco sin filtro.
De acuerdo a Karteek Kadimisetty, uno de los investigadores del departamento de química de la Universidad Connecticut y leader del estudio, el daño que puede causar al ADN un cigarrillo electrónico no es igual en todos los casos y depende de varios factores como la cantidad de vapor que se inhala, los aditivos utilizados en el líquido, si el líquido contiene nicotina o no y otros factores.
Kadimisetty señaló que dispositivo fue creado por el equipo de investigadores en el laboratorio del departamento de química de esa universidad y cree que es el primer dispositivo de este tipo que puede detectar en forma rápida daño del ADN (Genotoxicidad).
El dispositivo utiliza microbombas para empujar las muestras de líquido a través de múltiples «micropocillos» incrustados en un pequeño chip de carbono. Los pocillos están tienen enzimas metabólicas humanas reactivas que se cargan con anterioridad y además poseen ADN. A medida que los pocillos se van llenando con las muestras, se forman nuevos metabolitos que tienen el potencial de causar daño al ADN. Las reacciones entre los metabolitos y el ADN generan una luz que es capturada por una cámara y en menos de 5 minutos de acuerdo a la intensidad de esa luz ya se puede ver cuanto daño relativo provocó al ADN.
En la publicación UConn Today indican que los bioensayos que se utilizan actualmente para determinar la genotoxicidad de las muestras ambientales pueden ser más completos, pero a su vez son muy costosos y llevan mucho tiempo. En cambio el dispositivo desarrollado los los investigadores utilizan un chip desechable, que solo cuesta un dólar gracias a la impresión 3D.