Por las dudas, ya de entrada les aclaro, estoy totalmente en contra de este teléfono «buchón», como le decimos en Argentina a los que nos ventilan los secretos sin que se lo pidamos.
Las empresas quieren interactuar y predecir nuestro comportamiento. Y creo que es un gran error. Cuantas veces estamos bajoneados, ¿pero no queremos que nadie lo sepa ? A quien beneficia detectar nuestro estado de ánimo? ¿Al que nos quiere vender comida para saciar nuestro malestar?
Nuestra privacidad e interacción con la red, debe ser siempre preservada. Ojalá que este tipo de proyectos, fracasen cuantos antes y podamos disfrutar internet, de manera anónima, privada y humana.
[fuente: Mashable]