Dos artistas con talento, detrás de la misma creativa idea. Creatividad que por supuesto siempre distinguió al homenajeado.
Esto suele suceder. Y le ha acontecido a personas como Michael Cavna, tal y conforme lo asevera en su columna Comic Riffs en el Washington Post, tanto con dibujos animados como ilustración editorial.
Y esto es particularmente importante porque en este caso se trata de alguien de la talla de Steve Jobs, quien es asociado de manera muy fuerte con imágenes icónicas y varios otros artículos.
Jonathan Mak, un joven estudiante de la Universidad Politécnica de Diseno en Hong Kong, fue atribuído por muchos medios de comunicación como el autor del trabajo artístico objeto de despedida póstuma al señor Jobs.
Sin embargo, algunos usuarios de Twitter se dieron cuenta que el trabajo pertenecía originalmente al británico Chris Thorney — aka Raid71. Mak ha aceptado que Raid71 haya sido el de la idea primera, pero que él no se había dado cuenta cuando publicó el suyo. Por lo tanto ha negado haber copiado el trabajo.
«Yo no me he robado su trabajo. Todavía contribuí a la solución de mi propia cuenta, y mi conciencia está tranquila. Pero estoy más que contento al reconocer que alguien más lo hizo antes que yo», escribió en su blog el estudiante asiático.
Para Chris Thorney las cosas deberán esperar hasta que se mejore y sus seguidores contribuyan con la campaña para recoger fondos y curar el cáncer que padece. Pero a pesar de esto, de acuerdo con las partes, Mak y los representantes de Thorney, el problema está solucionado.
El crecimiento exponencial de la popularidad de esta ilustración pone de manifiesto dos cosas: El poder del Social Media y la necesidad de atribuir, siempre, el trabajo primero y original. Y en cuanto al drama, lo que finalmente queda en la mente de la gente no es quien fue el autor del trabajo, sino la imagen en sí.
Larga vida a los artistas e ilustradores que poseen ese don que no todos lo tenemos.
[Fuente Comic Riffs][Imagen de la Agencia Reuters]