«Acabo de leer en tu página de Facebook que no me darás tu número de teléfono, lo cual es extraño, porque yo ni siquiera de lo he pedido aún.»
Dos de las palabras que mi hijo me tiene acostumbrado son estas tres: Dad, stop stalking! (Papá, deja de estar espiando). Y no se si eso en realidad ocurra pero lo que mi hijo ve es que siempre estoy viendo perfiles de personas a las que no conozco.
Este nuevo mundo es parte de nuestra propia realidad. Antes no teníamos internet y no era normal entablar conversación con un desconocido, es más nos lo prohibían. En estos días, eso parece normal, bien sea en Facebook o en Twitter la gente entabla relaciones y a veces duraderas.
Solo que existe un pequeño problema. La gente estos días le interesa más actualizar sus perfiles en las redes sociales que hacer cualquier cosa simplemente por el puro placer de hacerlo.
Acaso los adultos también nos hemos vuelto adictos al internet?
[Fuente How to Geek]