26 julio 2024

Blacklight el Superordenador de SGI de la vieja Escuela.

Los superordenadores que estan distribuidos por el mundo tienen una caracteristica en común todos son montados utilizando miles de nodos de computo independientes.

Pero SGI aun cree que se puede utilizar el enfoque de la vieja escuela, y es lo han demostrado con Blacklight el superordenador instalado en el «Pittsburgh Supercomputing Center«.

Blacklight es un enorme superordenador que tiene 16 Terabytes de memoria compartida, lo que convierte a esta maquina de SGI en la más grande en términos de memoria actualmente constuida, ademas que al estar hecha en dos partes pero las mismas pueden comunicarse para trabajar como una sola. El costo de Blacklight ha sido de 2,8 millones de dólares.

«Un diseño de memoria compartida significa que cada procesador tiene acceso directo a toda la memoria, una característica que facilita la programación ya que los datos no tiene que ser solicitados indirectamente a otros procesadores».

  • Algunos detalles de  Blacklight:
  • Procesadores Intel x86 de 64 bits Xeon 7500
  • 512 procesadores de ocho núcleos
  • 4.096 núcleos de procesador en total.
  • Sistema operativo Linux.

Este gigante será utilizado a partir de hoy para «investigaciones de seguridad del software,  biología molecular, genética, dinámica de fluidos, la física del universo y la sismología«.

[Fuente cnet, psc][Imagen Staff PCS]

Un comentario en «Blacklight el Superordenador de SGI de la vieja Escuela.»

  1. Tienes uno, no tan grande aunque grande, más cerquita:
    http://www.computing.es/Noticias/201009080015/INFRAESTRUCTURAS-El-CESCA-renueva-con-SGI-su-superordenador-de-memoria-compartida.aspx

    Se trata de un sistema SGI Altix UV con un total de 224 procesadores de 6 núcleos cada uno a 2,67 GHz., 6144 GB de memoria principal y 112 TB en disco que viene a reemplazar al SGI Altix 3700 Bx2, instalado en 2005 y que, especialmente aplicado a la realización de trabajos con grandes requerimientos de memoria y disco, había llegado al final de su ciclo de vida. La iniciativa, explica a COMPUTING el director de CESCA, Miquel Huguel, “es un paso hacia delante para la consolidación y ampliación de los servicios de supercomputación para la comunidad investigadora”.

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