Hace tan solo unos días Farhad Manjoo de Slate escribió una desafiante propuesta para los fabricantes de celulares y los proveedores de este servicio en los los EE. UU y el resto del mundo. No habíamos tenido tiempo de comentarla pero ya que es fin de semana, hagamos ejercicio de nuestro intelecto.
El señor Manjoo hizo su tarea e intentó conversar con los encargados de BlackBerry, Motorola, HTC, Nokia y con la gente de relaciones públicas de T-Mobile, Sprint, AT&T y Verizon.
Aunque la mayoría respondió a las preguntas del hombre de Slate, T-Mobile no siquiera cooperó con ninguna información. La discrepancia surge a partir que las críticas hacia Apple y su iPhone 4, quienes oficialmente aceptaron que el índice llamadas caídas en su iPhone 4, el de mejor rendimiento que jamás ellos hayan podido vender, es un número superior al 3GS, es decir 2,4 de cada 100 llamadas.
Si no han notado, los videos en donde se mostraba el problema de las caídas de llamadas en otros smart phones, ya no está disponible en Apple. Protección de mercado? Es posible, dependiendo de si usted es accionista de alguna de las compañías nombradas.
Ninguno de los fabricantes hace público el historial de llamadas caídas y bloquedas y tampoco lo han querido desglozar los proveedores de servicio celular. Tom Pica, representante de Verizon no se atrevió a hacer públicos esos números, solo dijo que ellos tenían «la red celular más confiable de América». Eso no lo sabía verdad?
La representante de Sprint y Mark Siegel de AT&, coincidieron en que su índices eran menores al 1% (1 en 100 llamadas que se caen en SUS teléfonos, pues el rendimiento no es el mismo, depende de los fabricantes también). Siegel desmintió con eso, reportes de Boy Genius Report en donde se mostraba que el índice era del 1,44 y una encuesta de Appleinsider en donde se hablaba que ese número era de 4,5.
Las compañías telefónicas llevan estadísticas de esas llamadas para cada tipo de celular que ellos venden y los reportan oportunamente al fabricante, solo que esa información no se hace pública. Probablemente por que son ellos mismos los que legislan a su conveniencia y no soportarían un juicio público.
Lo ideal sería que los fabricantes de los celulares nos provean esa información voluntariamente, tal que cuando compres un celular, tú mismo seas capaz de conocer cuál es el índice de llamadas caídas para cada uno de los celulares que quieren venderte en determinada red con acceso en tu ZIP code (distribución geográfica en los EE.UU).
Estoy de acuerdo con Farhad Manjoo, es muy posible que este tipo de secrecía sea una de las razones principales para que los servicios inalámbricos en Norte América se estén quedando atrás el resto del mundo (Eso ya es evidente en Europa y Japón). Sorprende que en este país, que se defiende tanto al consumidor en estos días, sea posible encontrar datos precisos del rendimiento de la mayoría de productos que compramos y no tengamos disponible nada de los tan demandados y caros teléfonos celulares. Después de todo así fue como Steve Jobs estuvo obligado a dar la cara por los problemas en su iPhone 4.
Cuando vaya a pasar su tarjeta de crédito para pagar por su celular o igual si paga en efectivo, recuerde que está comprándolo a su propio riesgo, no sabe nada del rendimiento de su nuevo teléfono más que por boca de terceros. Usted sabe que si va a comprar un coche, fácilmente puede averiguar el kilometraje respecto al consumo de gasolina. Si usted va a comprar un billete de avión, podrá igual consultar si llegan a tiempo y si existen estadísticas de retrasos.
Pero cuando usted va en busca de un nuevo smart phone, está entrando en una zona ausente de datos en la que cada empresa es libre de decir que sus dispositivos le ofrecen un servicio que es simplemente ‘espectacular’. Si los clientes o los medios de comunicación están en desacuerdo, las empresas simplemente pueden argumentar -tal y conforme Apple lo hizo a su tiempo- que critican por criticar, pues nadie tiene los datos definitivos que puedan probarles lo contrario.
Este es el llamado final a los ingenieros entendidos en la materia, pidiendo por esos datos que ‘otros’ no quieren proveernos:
Reception engineers of the world, I want you to send them to me! If you know how often a smartphone drops calls—whether that rate is spectacular or dismal—e-mail me the stats with some proof of their authenticity. I pledge to keep your identity secret. I don’t care who you are, I just want the numbers. Everyone does.
[Fuente Slate]