26 julio 2024

GeeksRoom Review: Trü Sleeve funda protectora para Blackberry

Trü ® Sleeve es una funda delgada, que se adapta a varios modelos de BlackBerry.

Lo innovador de esta funda es que está equipada con sensores cuya misión no es otra que apagar la luz de fondo del Blackberry y así permite ahorrar energía.

También cuenta con una lengüeta deslizante que tirando de la misma hace que el BlackBerry se deslize hacia la parte de arriba de la funda y así permite una facil extracción del mismo.

Está construído con una felpa interior que evita que el smartphone se raye y por afuera posee una tela con un diseño muy moderno.  Este modelo es para mujeres y también viene con otros diseños en tela y en cuero.

Es  una funda delgada y con estilo, que para nada le agrega volumen al móvil.

El review lo llevé a cabo con una Blackberry Bold 9700 y no tuve ningún problema al introducir el smartphone en la funda como así tampoco cuando lo extraje de la misma.

Soporta los siguientes modelos de BlackBerry:

  • BlackBerry Tour™ 9630
  • BlackBerry Curve™ 8520
  • BlackBerry Storm™ 9500
  • BlackBerry Storm2™ 9550
  • BlackBerry Bold™ 9700

Su precio es de u$s 29.99.

Que es lo que me gusta: Funda delgada, no le agrega volumen un volumen considerable al BlackBerry, liviana y por sobre todo el estilo.

Que es lo que no me gusta: Quizás podría tener un poco de material entre la felpa interior y el material exterior, para proteger el móvil de condiciones más extremas como una caída de una altura más que considerable.

Puntaje Final: 7.5/10

Hector Russo

Desde hace 32 años está radicado en Dallas, Texas y desde mucho antes se dedica a la Tecnología de la Información. En su oportunidad fue incluido por Ivy Worldwide en su lista Top 25 influencers en Tecnología. Actualmente también es gerente de IT en una importante compañía del sector de Energía y además es miembro actual del panel que elige los mejores vehículos del año para el mercado hispano de Estados Unidos, a través de los Hispanic Motor Press Awards.

Ver todas las entradas de Hector Russo →