Bugatti Tourbillon añade la opción Équipe Pur Sang como guiño a su legado de competición, justo cuando comienzan las sesiones de configuración con los primeros clientes.
En el Château Saint Jean de Molsheim, cuna histórica de Bugatti, ha comenzado una nueva etapa para los primeros propietarios del Tourbillon.
La marca ha iniciado las sesiones de configuración personalizada para su nuevo hiperauto híbrido, ofreciendo más posibilidades que nunca. Entre ellas, destaca la introducción de un paquete especial: Équipe Pur Sang, una opción estética y técnica que celebra la herencia automovilística de la firma y lleva el diseño del Tourbillon más cerca del universo de la competición.

Un guiño a la competición: Équipe Pur Sang
La nueva opción de personalización Équipe Pur Sang, presentada oficialmente por Bugatti esta semana, toma su nombre de la histórica división de carreras de la marca y se traduce como «equipo de pura sangre».
Este paquete transforma visualmente al Tourbillon para resaltar su carácter deportivo, con un diseño que enfatiza aerodinámica, funcionalidad y, por supuesto, su alma de competición.
Según Hendrik Malinowski, director general de Bugatti, «Con el Tourbillon ya hemos logrado una fusión sin precedentes entre potencia atmosférica y electrificación.
Con Équipe Pur Sang llevamos su apariencia aún más cerca de las pistas, celebrando ese espíritu puro de carreras que define a Bugatti desde hace más de un siglo».
Detalles que marcan la diferencia
El paquete Équipe Pur Sang añade un conjunto de elementos específicos diseñados para mejorar tanto el rendimiento como la estética del vehículo.
En el frente, un splitter exclusivo trabaja en conjunto con un alerón trasero optimizado que incluye placas terminales para mejorar la eficiencia aerodinámica.
La parte posterior del auto incorpora un difusor funcional y un sistema de escape de ocho salidas, ambos pensados no solo para el rendimiento, sino también para otorgar una silueta más agresiva.

Las llantas también son completamente nuevas. Diseñadas específicamente para esta versión, son direccionales y asimétricas: 20 pulgadas en el eje delantero y 21 en el trasero.
Cada lado cuenta con un diseño único, con radios delgados y largos que contribuyen a reducir la turbulencia y mejorar el flujo de aire hacia el radiador trasero, incrementando la refrigeración en hasta un 8%.
Interior: deportividad artesanal
Dentro del habitáculo, el espíritu Équipe Pur Sang continúa con detalles que refuerzan la conexión con el automovilismo. El logo distintivo aparece bordado en los reposacabezas y en el salpicadero, mientras que el interior adopta un enfoque más técnico y sobrio con molduras en carbono medio y acabados Black Poli.
La tapicería, completamente en Alcantara, incluye asientos Performance de serie, diseñados para ofrecer mayor sujeción lateral en curvas exigentes. Todo esto genera una atmósfera que conjuga lujo con funcionalidad, orientada al conductor y sin distracciones superfluas.
Un proceso personalizado y exclusivo
Más allá del paquete Équipe Pur Sang, cada Tourbillon es el resultado de un proceso de co-creación entre Bugatti y sus clientes. Las configuraciones pueden realizarse tanto en Molsheim como en concesionarios selectos de la marca alrededor del mundo. Allí, con la guía de diseñadores y expertos, los futuros propietarios pueden elegir entre una amplia gama de materiales, colores y acabados, inspirándose incluso en momentos históricos de la marca.

Malinowski destaca que “la experiencia de configuración es única. Invitamos a nuestros clientes a sumergirse en el universo Bugatti, a crear algo personal y atemporal. Cada decisión tomada no solo define su auto, sino también una parte de nuestra historia compartida”.
Las posibilidades de personalización son amplísimas: 23 nuevos colores exteriores, 20 opciones de cuero, 10 de Alcantara y 7 tonalidades de alfombra. Incluso el cuadro de instrumentos puede configurarse al gusto del cliente, elaborado por relojeros suizos con la misma precisión que un cronógrafo de alta gama.
Tourbillon y la nueva era de Bugatti
El Bugatti Tourbillon, presentado a mediados de 2024, marca una nueva era para la marca, combinando un motor V16 de aspiración natural con un sistema híbrido compuesto por tres motores eléctricos. La potencia total es de 1.800 caballos (1.000 del motor térmico y 800 de los eléctricos), entregados a través de una transmisión de doble embrague.
El chasis, construido con una nueva generación de carbono T800, incorpora soluciones tomadas directamente del automovilismo, como un difusor trasero de material compuesto que también funciona como elemento estructural en caso de impacto.
A pesar de la complejidad técnica y el sistema híbrido, el Tourbillon logra pesar menos que su predecesor, el Chiron, una hazaña notable que mejora su agilidad y capacidad de respuesta.
El Tourbillon, entre lujo y legado
Limitado a solo 250 unidades a nivel mundial, cada Tourbillon comienza en 3.8 millones de euros. Más allá del precio y las especificaciones, lo que Bugatti propone con el Tourbillon y la opción Équipe Pur Sang es una visión a largo plazo del automovilismo de alta gama: un coche concebido no solo para la carretera o la pista, sino también para perdurar en el tiempo como una pieza de ingeniería y arte.
Bugatti define este modelo como un automóvil «Pour l’Éternité» —para la eternidad—, y con cada nueva configuración, ese ideal toma forma en las manos de sus propietarios.