Un reciente estudio liderado por la universidad de Harvard nos ofrece una visión de la experiencia del uso de IA en el trabajo.
Escrito por un equipo de investigadores de la Escuela de Negocios de Harvard, en conjunto con la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, la Escuela de Administración Sloan del MIT y el Boston Consulting Group, el estudio profundiza en las implicaciones del rendimiento de la IA en tareas complejas e intensivas en conocimiento.
El Estudio
El estudio se llevó a cabo con 758 consultores del Boston Consulting Group y examinó cómo la IA, específicamente GPT-4, afecta la productividad y la calidad del trabajo.
Los investigadores establecieron una línea de base de rendimiento para los consultores y luego los asignaron al azar a una de tres condiciones: sin acceso a IA, acceso a GPT-4 IA o acceso a GPT-4 IA con una descripción general de la ingeniería de indicaciones (Prompts).
Los Resultados
El estudio se centró en un conjunto de 18 tareas realistas de consultoría y descubrió que los consultores que utilizaban IA eran significativamente más productivos, completando un 12,2% más de tareas en promedio y un 25,1% más rápidamente. La calidad de su trabajo también mejoró en más del 40% en comparación con un grupo de control.
El estudio introduce el concepto de una «frontera tecnológica irregular», donde la IA sobresale en algunas tareas, pero se queda corta en otras. Para tareas dentro de la frontera de capacidades de la IA, los consultores en toda la distribución de habilidades se beneficiaron significativamente de la ampliación de la IA. Sin embargo, para tareas fuera de esta frontera, los consultores que utilizaban IA tenían un 19% menos de probabilidades de producir soluciones correctas.
Curiosamente, el estudio identificó dos patrones distintivos de uso exitoso de la IA: «Centauros» y «Cíborgs». Los Centauros dividían y delegaban tareas entre ellos y la IA, mientras que los Cíborgs integraban completamente su flujo de trabajo con la IA, interactuando continuamente con la tecnología.
El estudio es revolucionario en su enfoque empírico para entender el impacto de la IA en el trabajo. Sin embargo, plantea preguntas sobre las implicaciones éticas de la ampliación de la IA, especialmente en lo que respecta al desplazamiento laboral. Además, el estudio está limitado a la industria de la consultoría y puede no ser generalizable a otros sectores.
A medida que la IA continúa introduciéndose en diversos aspectos de nuestras vidas, entender su impacto en el trabajo es crucial. Este estudio ofrece valiosas perspectivas, pero también deja espacio para una mayor exploración, especialmente en el contexto de consideraciones éticas y aplicabilidad más amplia.