No es secreto que las automotrices vienen trabajando desde hace varios años en investigación y desarrollo de vehículos eléctricos y hoy en día ya disponemos de un mercado muy importante, con muchos ofrecimientos, que va desde sedanes compactos hasta camionetas y SUVs.

Los Vehículos Eléctricos son el Futuro de la Movilidad

Constantemente vemos cómo los fabricantes de vehículos presentan nuevos planes que muestran un futuro en el que en muchísimos casos los vehículos de combustión interna no forman parte de este.

Los vehículos eléctricos, ya sea de cualquier tipo están jugando un papel cada vez más importante y si bien todavía falta mucho para un futuro con mayoría de vehículos de este tipo, hoy los vehículos eléctricos ya son parte de la vida diaria de muchas personas alrededor del planeta.

Algo muy notable en esta transformación es el papel cada vez más importante que juegan los vehículos eléctricos en factores que a medida que pasa el tiempo van preocupando más a la población como por ejemplo el medio ambiente.

Aun así, existen algunas cosas de los vehículos eléctricos que todavía no convencen a muchos compradores de vehículos a decidirse a dejar de usar vehículos de combustion interna y pasarse a un eléctrico, como por ejemplo la infraestructura de carga, que, si bien cada vez es más robusta, en muchos países todavía es muy precaria.

Dicho todo lo anterior, la demanda de los vehículos eléctricos seguirá en aumento, por lo que las automotrices seguirán aumentando la inversión en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que proporcionen más eficiencia y por supuesto para que este tipo de vehículos sea más asequible, ya que hoy en día, por dar un ejemplo, reemplazar la batería de un vehículo eléctrico es muy costoso y tanto que quizás, evaluando otros factores, quizás vale más la pena comprar un vehículo nuevo.

También muchos esperan que en los próximos 5 años la infraestructura de carga sea más robusta y eficiente, con estaciones de carga más rápidas y más estaciones de carga, especialmente en las carreteras, para hacer más convenientes los viajes largos.

Sin lugar a duda, viendo el panorama actual, los vehículos eléctricos se están convirtiendo en una parte más que importante de la economía de muchísimos países y en los próximos años lo serán más, lo que por ende provocará un cambio más positivo en el medio ambiente.

Nos son pocos los que piensan que los vehículos eléctricos son completamente eléctricos, que funcionan con una batería y uno o dos motores eléctricos.  Nada más opuesto a la realidad.  Existen varios tipos de vehículos eléctricos, algunos hasta con motores a combustión y otros que trabajan con hidrógeno, una variedad con ventajas y desventajas, que sirven para distintos tipos de necesidades.

Tipos de vehículos eléctricos

Vehículos eléctricos de batería (BEV por sus siglas en inglés)

Este tipo de vehículo solo funciona con electricidad y esto le ofrece varias ventajas con respecto a los motores de combustión interna como por ejemplo tienen un costo por milla o kilómetro más bajo, ya que la electricidad es más económica.

En cuanto al medio ambiente, no emiten gases dañinos y son mucho más silenciosos que los vehículos de combustión interna.  Además, tienen un andar más suave, debido a la ausencia de vibraciones.  Su mantenimiento es mucho menor, ya que, al no tener muchas partes móviles, requieren menos mantenimiento.

Ahora y como dice el dicho popular, no todo lo que reluce es oro.  Este tipo de vehículos, si bien en los últimos tiempos esto está mejorando, tiene una autonomía limitada, lo que, sumado a los tiempos de carga y disponibilidad de cargadores, en algunos casos se transforma en un problema.

Además, el costo de los vehículos eléctricos es más alto que los de combustión interna, aunque en los últimos tiempos esta diferencia está disminuyendo, debido a varios factores, incluyendo la ayuda de gobiernos.

Vehículos híbridos enchufables (PHEV por sus siglas en inglés)

Estos vehículos funcionan con un motor eléctrico y uno de combustión interna.  También se pueden enchufar a un tomacorriente para cargar su batería.

Los PHEV ofrecen una mejor economía de combustible que los vehículos de combustión interna, además de emitir menos gases dañinos para el medio ambiente.  Son versátiles ya que le dan al conductor la posibilidad de poder manejar de distinta forma en cuanto a la energía que mueve al vehículo, para poder realizar distintos tipos de viaje.

Lo negativo de estos vehículos es que, por ejemplo, su autonomía en modo eléctrico está muy limitada con comparación con los BEV.  Para que rindan y emitan menos gases, deben enchufarse para cargar su batería, lo que como bien sucede con los eléctricos, todavía no existe una infraestructura robusta de carga para esto.

Por último y al igual que los BEV, son más caros que los vehículos a combustión interna, aunque la bresa se sigue reduciendo.

Vehículos híbridos no enchufables (HEV por sus siglas en inglés)

Al igual que los PHEV, tienen un motor de combustión interna y un motor eléctrico, pero tienen una diferencia fundamental, estos no se pueden enchufar a un tomacorriente.  Su batería se carga a través de tecnología de regeneración de energía y del motor de combustión.

Los vehículos híbridos no enchufables también ofrecen una mejor economía de combustible que los vehículos de combustión y emiten también menos gases, por lo que representan un factor positivo para el medio ambiente.

Su mantenimiento es más sencillo, ya que requieren menos mantenimiento que los BEV y los PHEV.  Además, si bien sigue existiendo una brecha entre el costo de este tipo de vehículos con los de combustión interna, es menor que la que tienen los BEV y los PHEV.

Funcionando con el motor eléctrico su autonomía es limitada con respecto a los PHEV y los BEV.  También con respecto a estos últimos la reducción de emisiones de gases dañinos es muchos casos es menor.

Vehículos eléctricos con pila de combustible (FCEV por sus siglas en inglés)

Los vehículos del tipo FCEV utilizan hidrógeno como combustible y producen electricidad a través de una pila de combustible.

Dos de las grandes ventajas son que, al igual que los BEV, no emiten gases que pueden contaminar el aire y a diferencia de los BEV, pueden ofrecer autonomías similares a las de los vehículos de combustión interna, lo que se traduce en viajes más largos.

Lamentablemente por su compleja tecnología son vehículos más caros que los otros tipos de vehículos eléctricos, a lo que se suma la pobre infraestructura de carga de hidrógeno y el costoso proceso de generar hidrógeno a partir de fuentes amigables con el medio ambiente.