Utilizando un electrodoméstico que en mi caso uso todos los días para preparar un smoothie de frutas, la licuadora, los geólogos Dr Arjan Dijkstra y Dr Colin Wilkins de la Escuela de Geografía, Tierra y Ciencias Ambientales de la Universidad de Plymouth en el Reino Unido, llevaron a cabo un estudio para conocer exactamente los materiales con que se fabrica un smartphone, en este caso el iPhone, con el objetivo final de fomentar más el reciclaje cuando estos dispositivos móviles llegan al final de su vida útil.
La licuadora transformó el teléfono en polvo y luego los investigadores agregaron peróxido de sodio, un oxidante muy fuerte, mezclando todo a una temperatura de 900 grados fahrenheit, algo así como 500 grados Celsius.
La mezcla fue analizada químicamente y como resultado develó que el iPhone entre otros materiales incluye:
- 33 gramos de hierro
- 7 gramos de cromo
- 13 gramos de silicio
- 900 mg de tungsteno
- 70 mg de cobalto y molibdeno
- 160 mg de neodimio
- 30 mg de praseodimio
Hasta aquí todo parece normal, nada que pueda sorprender mucho y si, el iPhone al igual que muchos otros dispositivos electrónicos incluye oro y plata, pero el hecho sorprendente y más fascinante para los científicos fue la cantidad de oro (36 mg) y plata (90 mg) que descubrieron en el iPhone, lo cual aproximadamente es 100 veces más de lo que los científicos catalogan como un alto grado.
De acuerdo a la oficina de prensa de la Universidad de Plymouth, los científicos sostienen que para crear un solo iPhone se necesitan entre 10 y 15 kilogramos de minerales, incluidos 7 kg de mineral de oro de alto grado, 1 kg de mineral de cobre, 750 g de mineral de tungsteno y 200 g de mineral de niquel.
Hablando el futuro del reciclaje, el Dr. Wilkins señaló lo siguiente,
“La minería puede ser parte de la solución a los problemas del mundo. Pero ahora estamos en un clima donde las personas son cada vez más responsables en lo social y están más interesadas en el contenido de lo que están comprando. En parte como consecuencia de esto, varias de las principales compañías de teléfonos móviles se han comprometido a aumentar sus tasas de reciclaje. Es una señal positiva de que la sociedad desechable en la que hemos vivido durante décadas está cambiando y esperamos que este proyecto anime a más personas a hacer preguntas sobre sus propios comportamientos».