Un estudio llamado: «Trolls, Tropas y Creadores de problemas: Compendio mundial sobre manipulación en las redes sociales«, de la Universidad de Oxford afirma que hay 28 países en los cuales existen equipos que dependen del Gobierno, que manipulan y tratan de influir sobre la opinión pública a través de Twitter, Facebook y otras redes sociales. Los países latinoamericanos que lo hacen son Argentina, Brasil, Ecuador, México y Venezuela
La lista completa de incluye a : Argentina, Azerbaiyán, Australia, Bahréin, Brasil, China, República Checa, Ecuador, Alemania, India, Irán, Israel, México, Corea del Norte, Filipinas, Polonia, Rusia, Arabia Saudita, Serbia, Corea del Sur, Siria, Taiwán, Turquía, Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos, Venezuela y Vietnam.
¿Cómo funcionan estas «granjas de trolls«? Una gigantesca red de usuarios falsos están a disposición para defender en las redes la reputación del gobierno, para atacar sitios web que hablan en contra y agarrárselas también con cuentas individuales de personas indefensas. Publican notas de opinión o comentarios en foros y todo sitio donde se deba mantener positiva la imagen del Presidente.
En Serbia, las cuentas falsas que promueven agendas, En Vietnam, la difusión de información favorable a los gobernantes, También existen los que promueven la automatización de un software que imita el comportamiento de los humanos (entre ellos Argentina, Filipinas, Rusia, Turquía, Venezuela y México)
Para mi, debiera prohibirse el uso de este tipo de herramientas, en manos del Estado. No está en juego la libertad de opinión. Está en juego la manipulación mediática más perversa, jamás soñada. Está en juego nuestra Democracia.
Enlace | Troops, Trolls and Troublemakers: A Global Inventory of Organized Social Media Manipulation
Esclarecedora nota Andrea. Solo que hay una multitud de manipulados que lo negarían a muerte. Lamentablemente. Las malas costumbres,no entienden de banderas ni escudos partidarios.
Un tema delicado que merece la actuación de la justicia (que siempre queda por detrás de la tecnología), sin dudas el ciudadano común queda desprotegido de las tácticas y manejos que hace un estado con recursos que salen del bolsillo del propio contribuyente, es casi paradójico. Un gran saludo Andrea.