El Toyota Research Institute (TRI) ha presentado la segunda generación de su vehículo autónomo de investigación en seguridad avanzada.
La presentación la llevó a cabo en el Prius Challenge, evento llevado a cabo en el Circuito de Sonoma, en California, organizado por la misma Toyota en el que participan expertos en tecnología, entusiastas de los automóviles y emprendedores para colaborar con Toyota Research Institute. El objetivo es crear una comunidad en torno a temas relacionados con la movilidad, el tratamiento de datos, la inteligencia artificial y la robótica.
Este vehículo autónomo se utilizará para investigar diferentes funciones de la conducción autónoma y su sistema incluye un fuerte componente computacional, centrándose principalmente en la visión de computadora y el aprendizaje de máquina.
El Lexus LS 600hL utilizado fue equipado con una combinación de sensores LIDAR (Light Detection and Ranging), radar y cámara. Su software reduce fuertemente la dependencia excesiva de mapas de alta definición, lo que servirá para sistemas que se diseñarán a corto plazo y servirán preferentemente en zonas donde no existen este tipo de mapas.
Esta segunda generación de la plataforma incluye una interfaz de transmisión electrónica (drive-by-wire) y fue diseñada para ser una plataforma flexible, que se pueda aplicar inmediatamente y por sobre todo actualizar en forma frecuente.
Las dos principales líneas de investigación del TRI son los sistemas de ‘Chófer’ (Chauffeur) y ‘Guardián’ (Guardian). El primero es un sistema totalmente autónomo y el segundo es un sistema de asistencia de alto nivel para el conductor, el cual supervisa constantemente el entorno de conducción, tanto fuera, como dentro del vehículo.
Con respecto a este nuevo vehículo el consejero delegado del Toyota Research Institute, Gill Pratt, señaló lo siguiente,
Este nuevo vehículo de investigación en seguridad avanzada constituye la primera plataforma de pruebas autónoma desarrollada íntegramente por el TRI y refleja el rápido avance de nuestro programa de conducción autónoma. Básicamente, se trata de un vehículo inteligente diseñado para que se haga más inteligente con el tiempo. Irá aprendiendo los distintos hábitos y capacidades de cada conductor, y se beneficiará de la inteligencia compartida de otros vehículos a medida que avancen las tecnologías de recogida de datos, datos compartidos y conectividad.