Todas las compañías están poniendo su acento en solucionar los problemas de seguridad y privacidad que afectan a los usuarios de teléfonos inteligentes. Por eso es que ahora será mucho más difícil ingresar a un teléfono o interceptar o «hackear» una comunicación que parta desde un teléfono con sistema operativo Android L, pues vendrán configuradas por defecto para utilizar el encriptamiento. Leemos en el Washington Post que ni la policía ni los gobiernos podrán interceptarlas y solamente ingresando una contraseña, será posible ver las fotografías, videos o las comunicaciones guardadas en el dispositivo.