Los datos de más de la mitad de las tarjetas de crédito de los habitantes de Corea del Sur fueron copiados y robados por un empleado a través de un puerto USB y vendidos a empresas de marketing. Tanto el ladrón , como los que compraron esa información fueron arrestados.
Lo extraño es que esta información súper sensible no estaba cifrada, protección mínima con la cual deberían haber contado. Las tres firmas comprometidas, tendrán que responder por los posibles daños ocasionados.
[fuente: BBC ]