21 noviembre 2024

Según un estudio que comprendió 70 millones de contraseñas de usuarios de Yahoo, mayores de 55 eligen claves más seguras

El científico de computadores Joseph Bonneau, de la prestigiosa Universidad de Cambridge,  llevó a cabo un estudio en el que analizó las contraseñas de casi 70 millones de usuarios de Yahoo.

Este es uno de los estudios más grandes sobre contraseñas realizados hasta el momento y del mismo se desprenden algunos datos interesantes,

  • mayores de 55 años utilizan contraseñas con casi el doble más seguras que las que eligen personas menores de 25 años.
  • Comparando diferentes nacionalidades, encontraron que los alemanes y coreanos eligen las contraseñas más seguras, mientras que los nacidos en Indonesia utilizan las más fáciles de vulnerar.
  • Usuarios que tienen información de sus tarjetas de crédito en sus cuentas, no tratan de mejorar la seguridad y en muchos casos utilizan contraseñas muy fáciles como «123456».
  • Gente que cambia su contraseña en forma regular, en general eligen contraseñas  más fuertes, más seguras.
  • Contraseñas creadas por el usuario tienden a ofrecer menos de 10 bits de seguridad en contra de ataques en línea, lo que significa que al atacante solo le tomará 1.000 intentos poder adivinar la contraseña.  Ataques fuera de línea se encuentran con contraseñas de 20 bits.

[Fuente New Scientist]

Siguenos por Twitter a través de @Geeksroom y no te pierdas todas las noticias, cursos gratuitos y demás artículos. También puedes seguirnos a través de nuestro canal de Youtube para ver nuestros vídeos, a través de Instagram para ver nuestras imágenes! O vía Bluesky si ya estás cansado de Twitter

Hector Russo

Desde su juventud se ha dedicado a la Tecnología de la Información. En su oportunidad fue incluido por Ivy Worldwide en su lista Top 25 influencers en Tecnología. Actualmente es miembro del panel de jurados que elige los mejores vehículos del año para el mercado hispano de Estados Unidos, a través de los Hispanic Motor Press Awards.

Ver todas las entradas de Hector Russo →