En tantos años de email uno siempre tiene uno de esos momentos en que se arrepiente de haber enviado un email, especialmente cuando lo hacemos estando enojados y no pensamos en las consecuencias.
Soy uno de los que piensa que de los errores aprendemos y no de hacer las cosas bien, por eso pienso que las equivocaciones, los errores que cometemos son un mal necesario que nos dan la experiencia y el conocimiento para que en el futuro obremos de otra forma.
La gente de Online IT Degree, acaba de lanzar una infografía con un diagrama de flujo que nos ayuda un poco a determinar si desde el trabajo enviamos un email o no.
Comienzan explicando el caso de la empresa francesa Atos, que al prohibir el email a sus empleados hace un par de meses atrás, redujo el volumen de los mismos en un 20%.
Varias son las preguntas que nos hacen, hasta que finalmente llegamos al momento de enviar o no ese email.
[Vía Holy Kaw – Fuente Online IT Degree]