Nuestros hijos nacieron con la cultura digital. Desde chicos mucha información fue colgada, casi siempre por ellos mismos, sin que tuvieran ningún reparo en la privacidad.
En la Argentina y en muchos países del mundo , existen Leyes de Protección de Datos Personales que contemplan la privacidad con la cual deben tratarse nuestros datos . Las empresas que reciben nuestra información, no pueden hacer con ellos lo que quieran. Pero que pasa con los datos que publicamos nosotros mismos en momentos de inmadurez o falta de visión a largo plazo?
Nuestras huellas en la web son impresionantes. Afectan los resultados de las búsquedas y afectarán nuestro entorno.
El primero que no se haya mandado una macana mientras fue adolescente, que tire la primera piedra. Imaginate si esa foto subida a un fotolog en donde nos muestran pasados de copas, quedara eternamente adjuntada en nuestro curriculum.
Cualquier reclutador de una empresa, encargado de relaciones laborales, lo primero que hace es una búsqueda por la web de nuestra historia. Debemos ser muy cautos en las configuraciones de privacidad de las redes sociales, en las fotos e información pública que subimos a la red. Si no hacemos algo al respecto, esta información nos perseguirá por el resto de nuestras vidas. Incluso aunque estemos muertos, esa información sigue presente.
Hay grupos en muchos países que piden una Ley que dé Derecho al Olvido(“right to be forgotten”). Si algo no es lo suficientemente importante, que se borre luego de determinada cantidad de años. Creo que nos debemos un debate profundo de las consecuencias de tanta información en nuestras vidas y cómo nos afectan a mediano y largo plazo. Pues surge los primeros problemas, cual es la jurisdicción que tiene que determinar donde está ese servidor, quien es dueño de los datos, Google sólo es un indexador y no tiene ninguna responsabilidad?
Mientras tanto, recomendaciones para mantener privacidad:
En cuanto a Facebook:
- No aceptar como amigos a personas que no conocemos (hay estudios que prueban que mas del 46% aceptó perfiles falsos como amigos)
- No publicar nuestros datos como correo electrónico y número de teléfono móvil
- Pensar dos veces cuando subimos una foto.
- No dar información de parentescos en facebook
En Twitter:
Siempre hay que pensar que cuando publicamos algo en Twitter, es como si lo estuviéramos charlando o gritando en público. Pónte en ese lugar cada vez que publiques algo. Si sientes un poco de verguenza imaginándote diciendo éso con alguien de carne y hueso, estás a tiempo de no hacerlo.