Momentos antes de dejar mi trabajo tuve una conversación sobre lo que la Biblia dice del futuro. Para defenderse, mi muy bien informado interlocutor dijo: Sabes cómo está hecha la tecnología de hoy? Mi respuesta fue, no. Lo ves, dijo mi amigo, todo es cuestión de creer.
Pues mientras unos aún encuentran muy difícil encontrar las diferencias entre Social Media y Social Networking, nadie parece dudar del rol y funcionamiento de las redes sociales.
A pesar de todo lo beneficioso que se diga que son las herramientas utilizadas en las redes sociales, la privacidad es una especie en extinción. Y la popularidad tiene un precio, la privacidad.
Justin Bieber, Reese Witherspoon o el mismo Presidente Obama pueden certificarlo. El primero se quejó de que los paparazzi deberían tener al menos respeto por los lugares sagrados, mientras estaba en Israel. Witherspoon tiene miedo de salir y prefiere quedarse en su carro llorando.
El presidente de los Estados Unidos dice que extraña el poder salir a Central Park para poder tan solo mirar la gente caminar por ese espacio. Pero en esta era de Facebooking Twitterverse estas celebridades ya no están solas. Con todas las herramientas Web 2.0 a disposición todos, nos estamos convirtiendo en figuras públicas, lo queramos o no.
Hace tres años ya escribía sobre la forma cómo algunos pocos estaban convirtiéndose en microcelebridades. En este periodo de tiempo muchas cosas han cambiado.
Un reporte del PEW mostraba más o menos por esta misma época que el el 60% de los adultos estaban restringiendo el acceso a sus perfiles. Y lo mismo estaba sucediendo con algunos adolescentes a pesar del criterio común de que eran menos cuidados en cuanto a compartir información personal.
Desaparecen fronteras entre lo privado y lo público
Un representante de Twitter, igualmente hace ya un tiempo pronosticó que la tendencia a largo plazo era mayor apertura y que los usuarios de Twitter estaban más que felices de compartir más información sobre ellos en esta red social.
Y esa tendencia a sido más que corroborada por Facebook.
Como resultado de todo esto, la gente cada vez menos tiene inhibiciones a la hora de compartir información personal en las redes sociales o en el social media. Esa tendencia a compartir demasiado, está borrando las fronteras entre quien se considera una figura pública y quien no lo es.
Este tipo de vida online naturalmente lleva a una disminución de nuestra privacidad. David Hector Montes, ex-Director del Grupo de Investigación Pro Bono en la Universidad del Estado de Ohio se pregunta: Cómo conseguimos interesarlos en proteger nuestra privacidad si nuestra cultura favorece y facilita registrar virtualmente cada aspecto de nuestras vidas en el internet? A esa lista de los que registran nuestros movimientos ahora también se suma Microsoft.
Antes todos deseaban ser celebridades
Una celebridad es una figura pública. Sin embargo de esto, las Cortes de Justicia no han ampliado esta definición para incluir a estas nuevas figuras públicas, provenientes del desarrollo del internet.
Hace 15 años, es decir, antes del internet y las redes sociales, la gente añoraba convertirse en celebridades. Hoy eso ya no tiene sentido. La gente común y corriente están empezando a experimentar esa sensación pero sin los beneficios reales de las estrellas conforme siempre las hemos conocido.
Ese salto de microcelbridades a lo que nosotros llamamos macrocelebridades, no ha hecho que estos últimos puedan fácilmente conseguir una mesa en un lujoso restaurant, pero sí están siendo acosados por sus seguidores. Qué significa esto?
Significa que cada uno de nosotros debemos ser cautelosos con el tipo de información que compartimos en el internet y en las redes sociales. No es un accidente que en Facebook usted solo encuentre unas cuantas fotos nuestras. Y tenga cuidado con las firmas de publicidad y el mismo gobierno, ellos recogen toda la información que puedan sobre cada uno de nosotros.
El nuevo paradigma de privacidad que manejamos nos pone en el mismo rol de Bieber, Witherspoon y el Presidente Obama. No importa que busquemos seguridad y privacidad sin ser molestados, nuestros fanáticos y seguidores (incluya los predadores de publicidad, encuestas de opinión y otros fisgones, simplemente no lo permitirán.
[Fuente NPR][Imagen CC Robert S. Donovan]