El Cristo cerró sus brazos en un abrazo simbólico, en Río de Janeiro. El efecto es una ilusión óptica provocada por la proyección de luces e imágenes, y es parte de la campaña “Cariño verdadero”, que combate la violencia y el abuso sexual en chicos.
Para simular el abrazo, el cineasta Fernando Salis usó ocho proyectores, que cubrieron la estatua con imágenes de Rio, con sobrevuelos de ala-delta, los parques y hasta el mismo tránsito. Al compás de Bachianas Brasileiras nº 7, de Villa Lobos, y con animación 3D ó Mapping, la estatua parece cerrar los brazos. Disfruten de este espectáculo.