La idea de este experimento era, partiendo de Italia, llegar a China sin necesidad de que un humano manejara cualquiera de las furgonetas y lo lograron luego de recorrer 8.000 millas que son las que separan a estos dos países.
Lo que sí no eran furgonetas comunes, ya que estaban equipadas con vídeo cámaras, combinadas con escaners laser cuyo poder provenía de energía solar. Todo este equipo en conjunto detecta y evita obstáculos.
En las furgonetas, además del equipo necesario para reparación, también iban algunos técnicos e investigadores en caso de emergencia o que las furgonetas entren en algúna vía con mucho tráfico.
La tecnología que utilizan se llama GOLD (Generic Obstacle and Lane Detector), que se encarga de ajustar la velocidad y dirección de las furgonetas.
El destino final de estas furgonetas era la feria Internacional Shangai Expo.
[Fuente Gizmodo]