En una exhibición de arte un poco diferente a otras, el artista Ai Weiwei utilizó 100 millones de semillas de girasol confeccionadas en porcelana.
Como pueden ver en la imagen del inicio están hechas a la perfección y cualquiera podría llevarse una sopresa si trata de comer una, hasta quizás le podría costar una visita al dentista.
Cada una de las semillas fue pintada a mano y necesitaron de 1.600 artesanos chinos para hacerlo.
Las semillas se exhibieron sobre el piso del Tate Modern’s Turbine Hall en Londres.
En el siguiente video pueden ver todo como fue desarrollándose, hasta la labor de los que pintaron cada una de las semillas.