La madre de un chico que murió ahogado en la pileta de natación de su casa, Shellie Ross, envió un tweets 35 minutos después de que llegaron los paramédicos para atender a su hijo y luego de su muerte.
Esto produjo muchísimas críticas, algunas muy crueles. También reavivó una controversia muy común en los últimos tiempos: las redes sociales en algunas personas provocan una obsesión.
La señora Ross es una persona seguida por más de 5.300 personas en Twitter. Escribe un blog http://blog4mom.com) y su cuenta de Twitter es http://twitter.com/Military_Mom).
Primero pidió a todos sus seguidores que rezaran y luego anunció la muerte del pequeño.
Algunos de los tweets que recibió decían cosas como que no atendió a su hijo por estar muy ocupada en Twitter.
Hace unas semanas atrás, mientras una pareja se casaba en una iglesia, el novio posteaba en vivo el acontecimiento en su cuenta de Facebook y si bien puede parecer extraño, fué bien tomado por la comunidad y fué la causa de varios posts en blogs y notas en revistas y periódicos. Algo gracioso y tolerable. Pero cuando de por medio está la vida de una criatura, todo se hace más dramático y nos hace pensar si esta obsesión con las redes sociales no está llegando muy lejos para algunos como la señora Ross.
Verdaderamente si sucede algo así con un hijo mío, estoy seguro que no haría lo que hizo esta mujer.
Vía Florida Today
Que lo twitee es cosa de ella, algunas personas se sienten mejor contando sus penas para sentirse apoyadas.
En cuanto a que haya estado ocupada en Twitter…
Si ya llegaron los paramédicos, que creen que va a hacer ella?. No creo que tenga poderes mágicos para curarlo, sólo rezar y esperar a que lo salven.
No la critiquen en vano, que eso es muy fácil.