En Gizmodo publicaron una nota en la cuál ridiculizan las últimas medidas impuestas por el gobierno de los Estados Unidos a los vuelos internacionales y lo hacen con estadísticas de las posibilidades de que un avión sufra un atentado terrorista.

En estos casos mi posición es detestar todo acto cobarde llevado a cabo por estos criminales que desde hace tiempo vienen matando a inocentes que no tienen nada que ver.  Tratan de sembrar el miedo en la gente, que es la única forma que ellos entienden para tratar de imponer una idea.

Dejando de lado mi posición y de que nunca me voy a callar cuando sucedan estas cosas, no puedo dejar de comentar que si bien no hay que tener miedo a estos criminales, para no darles el gusto de dominar con ese miedo que quieren imponer.  Tampoco hay que ser tan estúpido de pensar que estas cosas no nos pueden suceder a nosotros.

Las posibilidades de que un atentado en Madrid o en Londres sucediera por manos de terroristas eran muy escasas, comparándolas con hechos similares de los últimos diez años, pero sucedieron y se llevaron muchas vidas inocentes.

Creo que ante esto tenemos que tener un balance y si bien hay que seguir con nuestras vidas de la forma más normal posible, también hay que estar atentos y si esto significa que yo deba de ir al aeropuerto una hora antes, prefiero eso y no lamentarme luego o mejor dicho dejar librado a las posibilidades de que ocurra un atentado.

Una cosa es la privacidad de una persona, pero cuando está en juego la vida de un ser humano, dejemonos de estupideces, ya tenemos suficientes muestras de actos criminales que se están produciendo en los últimos tiempos como para estar diciendo que no le prestemos atención.