Leyendo la revista digital Linux Magazine, me encontré con una entrevista a Linus Torvalds a propósito de las 20.000 líneas de código que Microsoft creó para el Linux Kernel.

En la misma deja bien en claro su posición respecto a este tema y define con duras palabras a muchos integrantes de la comunidad de software libre, de la cuál ya antes había hablado de forma similar.

Entre las frases más destacadas de la entrevista, defendiendo la acción de Microsoft en contra de las críticas de la comunidad libre, tenemos las siguientes:

Oh, yo soy un gran creyente en la tecnología sobre la política.  A mí no me importa de donde viene, mientras haya razones sólidas para el código y mientras no me tenga que preocupar sobre licencias.

Todo el tiempo hago chistes acerca de Microsoft, pero al mismo tiempo creo que el odio a Microsoft es una enfermedad.

Hay extremistas dentro del mundo del software libre, esa es una de las mayores razones por las que no llamo más Software Libre a lo que hago.  No quiero estar asociado con gente que solo piensa que esto es acerca de excluir y odiar.

Estoy de acuerdo que esto fué motivado por razones personales, pero esa es la forma en que todo el código libre es escrito.

Alguien se queja cuando empresas de hardware crean drivers para sus productos? NO.  Eso sería loco.

Entonces la gente que se queja acerca de que Microsoft escribió drivers para su propio modelo de virtualización, deberían de mirarse al espejo y preguntarse porque son tan hipócritas.

Como pueden observar, estas palabras de Linus Torvalds son contundentes hacia quienes en lugar de construir, solo logran destruir.

Existe mucha gente importante, activistas de la comunidad de software libre, que si bien contribuyen en mucho al desarrollo de este tipo de software, son un cancer que juega en forma muy negativa para el crecimiento del mismo.

Esto es algo que desde hace mucho tiempo atrás vengo sosteniendo y estoy de acuerdo con cada una de las palabras que Linus Torvalds vertió en el reportaje de Linux Magazine.