En estas épocas donde se impone tomar partido a favor del ahorro de energía, se están haciendo muy populares las Lámparas Fluorescentes Compactas (FLC) llamadas comúnmente lámparas de bajo consumo.
Como su nombre real lo indica, estas lámparas no dejan de ser fluorescentes como los tubos por lo tanto nos generan a los fotógrafos, los mismos dolores de cabeza en cuanto a balance de blanco se refiere.
Si bien existen distintos tipos de lámparas en cuanto a su temperatura de color se refiere, vamos a tener en cuenta los dos tipos más populares que son las cálidas de 3000 ºK y las frias de 6000ºK, también conocidas estas últimas como luz día.
El test que verán a continuación lo realicé fotografiando un objeto bajo las mismas condiciones de toma (mismo encuadre, mismo lente, misma ubicación, cámara sobre trípode, etc.) bajo los dos tipos de iluminación, fría y cálida. En ambos casos utilicé una única lámpara como fuente de luz. Éstas fueron encendidas unos 15 minutos antes de fotografiar, tiempo éste que según parece tardan en llegar a su máximo rendimiento lumínico. Las imágenes se guardaron en formato RAW y se abrieron sin modificación alguna, es decir tal como se tomaron.
La imagen a continuación es la de referencia, lograda con ajustes en pos-procesado mediante Photoshop:
Las siguientes imágenes corresponden a la lámpara cálida (3000 ºK) con ajuste del balance de blancos automático y de tungsteno:
Como se puede ver, ninguno de los dos ajustes da en la tecla, es más, en realidad dejan bastante que desear. Evidentemente, la temperatura de color de 3000 ºK es aproximada y los ajustes de la cámara no llegan ni siquiera a lograr una imagen aceptable. Para tratar de mejorar esto, se hizo un balance de blancos personalizado a partir de la fotografía de una superficie blanca, iluminada por nuestra fuente de luz cálida. El resultado es este:
En esta imagen podemos observar que, si bien habría que ajustar algo la exposición, desde el punto de vista cromático, se aproxima mucho a nuestra imagen de referencia.
Veamos ahora cómo nos fue con las lámparas frías.
Obviamente los resultados con estas lámparas fueron mucho más satisfactorios ya que su temperatura color (6000 ºK) se aproxima mucho a la de la luz día (5500 ºK).
Por último, también se efectuó un balance personalizado y el resultado es este:
Sin duda alguna es el mejor de todos los resultados logrados.
Como conclusión diría que es perfectamente posible fotografiar con luces de bajo consumo, pero preferiblemente con las frías, para evitar mas trabajo de pos proceso a la hora de dejar la foto lista para imprimir. Podemos utilizar el balance de blancos en automático ya que nos dio buenos resultados. Ah…y por supuesto, nunca mezclar distintos tipos de lámpara.
José María, muy interesante el trabajo. Haremos la prueba y veremos que resulta.
Saludos.
Mauro: muchas gracias por el comentario. Un abrazo.
muy interesante, gracias por tomarte el tiempo de subirlo