De acuerdo al primer estudio post-confinamiento, llevado a cabo por la entidad financiera Cofidis, la cual se especializa en créditos para consumidores y proyectos de financiación, cocinar fue el hábito estrella de los españoles en el confinamiento por la pandemia de COVID-19
La muestra de 2.000 personas, develó que el 31% de los encuestados adquirió comida, electrodomésticos y otros productos necesarios, a través de Internet.
También a través del estudio conocieron que el 20% de los encuestados seguirá con esta costumbre de comprar a través de la web.
Volviendo al tema de cocinar en el confinamiento, 32,5% de los españoles se dedico a cocinar más seguido, aunque las mujeres (36,5%) más que los varones (30%).
Por supuesto que también preguntaron si seguirían con la costumbre de cocinar y el 30% dijo que en el post-confinamiento seguirán cocinando.
Otro dato curioso es que el perfil del comprador en línea durante el confinamiento apunta a una persona joven entre los 25 y 34 años de edad. De los que se encuentran en este segmento de edad, el 50% señaló que seguirá comprando por esta vía en los próximos meses.
Para completar los datos del perfil de los jóvenes compradores en línea, el estudio develó que viviría en pareja o casado, con al menos un hijo y viviría en una propiedad con hipoteca vigente.
El estudio también se enfocó en las distintas comunidades autónomas españolas, siendo Murcia la más compradora a través de la Web con un 38% de los encuestados de esa comunidad, seguida por Aragón con un 37,5% y Madrid con el 37%.
Por el contrario, la comunidad que menos compró en línea fue Asturias (13,6%) y en cuanto a los que más seguirán con el hábito de las compras en línea serán los de Valencia (24,6%) y los que menos seguirán también serán los de Asturias (11,5%).
En el tema de cocinar, el hábito más votado, la Comunidad Autónoma de Aragón fue la que más se animó a cocinar (39%), seguida por las comunidades de Catalunya (38%) y Valencia (36%). En cuanto a la menos interesada en esta actividad, de nuevo Asturias fue la que menos se animó a cocinar (23%).