Hace poco adquirí un SmartTV de grandes dimensiones y lo primero que me sorprendió fue la inexistencia de botones, ni siquiera uno para encender/apagar. Claro, una vez que la prendí con el control remoto me di cuenta del porqué: resultaría insoportable acceder a las opciones con botones en el cuerpo de la televisión. Y es que el cacharro es una computadora en toda la extensión de la palabra, pues hasta sistema operativo tiene (WebOS).
Inmediatamente me di cuenta que el control remoto funciona como un mouse, y aunque la manipulación resulta incómoda los primeros minutos, al poco tiempo uno se acostumbra. Ahora bien, ya imaginarás que no se trata de un control remoto convencional, por lo que comprar uno aparte me resultaría algo costoso, cosa que tendría que hacer si se me cae un día y se rompe (podría pasar). Al pensar esto solo pude voltear a ver mi smartphone…
De momento desconozco si ya se pueda hacer con mi marca de TV, pero realmente me gustaría que de alguna manera los smartphones funcionaran como controles universales para todo: SmartTVs, computadoras, consolas de vídeo juegos, equipos de sonido, etc. Quizá pueda parecer algo riesgoso poder controlar todo con un solo dispositivo, y lo sería en caso de que se pierda el celular, en cuyo caso dejarás de usar tus cosas hasta que tengas uno nuevo.
Sin embargo, más allá de la molestia por la pérdida, no creo que hubiera mayores complicaciones. Se podría pensar que si te roban el smartphone quien lo haya hecho podría fastidiarte al encender y apagar tus dispositivos electrónicos a placer, pero no sería problema si los celulares funcionaran como controles remotos solo si se encuentran dentro de un determinado rango.
Y bueno, si a los smartphones les agregamos la capacidad de controlar sistemas de iluminación y climatización (lo cual si ya he visto), más electrodomésticos como refrigeradores, hornos, cafeteras, etc. (lo cual no tarda mucho), entonces estaríamos hablando de tener completo control de la casa desde un solo dispositivo. Incluso para mi esto suena un tanto extremo, pero las nuevas generaciones lo verán algún día como algo normal.