Esta vez no fue un post de Facebook, ni un tweet la prueba que la policía utilizó para acusar formalmente de un crimen a una persona. Esta vez fue Snapchat.
Un joven de la ciudad de Jeanette en Pensilvania, presuntamente disparó a un compañero de la escuela Jeanette Senios High School a la que atiende y luego, con el cuerpo del compañero detrás, capturó un selfie y lo envió a través de Snapchat a un amigo, quien guardó la imagen.
Al ver la imagen, la madre del amigo hizo la denuncia en el departamento de policía local, quienes se pusieron a investigar y luego acusaron formalmente a Maxwell Marion Morton de asesinato en primer grado, homicidio y posesión armas de fuego.
A pesar de tener 16 años de edad, el joven fue acusado como adulto en la Corte de Distrito del condado de Westmoreland. Hasta ahora no se conocen los motivos que provocaron el fatal desenlace.
El diario Pittsburgh Tribune Review reportó que en los papeles de la corte el fiscal informa que : «(Policía) recibió una copia de la foto que mostraba a la víctima sentada en una silla con una herida de bala en la cara. También presenta a un hombre afroamericano capturando la ‘Autofoto,’ con la cara frente a la cámara y la víctima detrás del actor. La foto tenía el nombre ‘Maxwell’ en la parte superior.»
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