Google ha dicho que su red social Google Plus tiene 540 millones de usuarios activos mensualmente, pero casi la mitad de ellos no visita el sitio web. Entonces la red bien puede compararse con un pueblo fantasma. Pero a la compañía no le preocupa eso.
Google Plus es el termómetro que la compañía utiliza para saber lo que la gente está diciendo, lo que hace y lo que comparte en el Internet. Google ha ido un poco más allá de interesarle lo que usted busca en la red. Tiene sentido, pues la publicidad sigue siendo el principal interés de Google.
Son los publicistas ( y las compañías) los mejor beneficiados al tener en un solo lugar toda la información personal que necesitan y que tanto codician. El impulso fuerte que se está haciendo a la red social de Google ya ha alienado a algunos usuarios y levantado preocupaciones en torno a la privacidad y el antimonopolio con demandas que ya han llegado a la misma Comisión Federal de Comercio.
Una vez dentro de Plus, esta se convierte en tu cuenta para todos los servicios de Google. Desde Gmail, a YouTube y Google Maps. Así que ellos puede ver quién eres, y qué es lo que haces en cada uno de sus servicios, incluso si tu nunca retornas para utilizar Plus. En ese aspecto es muy diferente a la base de datos que lleva Facebook.
Las preocupaciones de que Google le esté vendiendo su información personal a los publicistas solo es cuestión de sentido común. Eso ya no es una opinión marginal – es el consenso. Pero está creando un profundo resentimiento entre usuarios que no quieren verse obligados a registrarse en Plus para poder utilizar otros servicios de Google.
A pesar de todas las preocupaciones, el pasado enero la misma Comisión Federal de Comercio determinó que Google no estaba violando las leyes antimonopolio de los EE.UU. Una decisión que le llevó tomar casi dos años.
Esta decisión no solo evita que Google pague costos altos por litigio antimonopolio tal como ocurrió con Microsoft en los 90s y que debilitó a la compañía de Gates y le abrió oportunidades al Google de hoy; sino que Larry Page ahora puede continuar mostrando resultados donde se beneficien sus propios servicios.
En definitiva con el visto bueno de los organismos de control, Google tiene carta abierta para convertirse el mayor jugador en Internet.
Via New York Times.