«Este artículo fue escrito por Xavier Gassó i Lorido, comunicador de profesión, escritor de vocación y geek hasta la médula. Natural de Ripollet (Barcelona), su pasión por la tecnología nace en el mismo instante en que abre la caja de su Sony Hit-Bit, en junio de 1986. Desde entonces, cualquier dispositivo que lleve la etiqueta de “innovación” acaba captando su atención. Lo podéis seguir en Twitter (@xavigasso) o en cualquiera de las principales redes sociales (google+, pinterest, facebook…). Además, es autor de un blog de actualidad, www.elenigmadeadriana.com, y de otro con sus textos literarios, nodeberianpecar.wordpress.com. Más información en about.me/xgasso.»
Aquellos que pertenezcan a la parte más friki de la sala, habrán podido captar inmediatamente la referencia cinematográfica del título, pero lo diré todavía más alto: el iPhone 5 sería la piedra angular de la estrella de la muerte… del imperio geek, claro. Así, usando una conocida fórmula del éxito que consiste en sumar, a un poder extremo, un deseo inconfesable de venganza y represión se obtiene, atención, el arma definitiva. Además, si entre las múltiples utilidades que se le presuponen, el nuevo iPhone vinera con un láser de serie, ya tendríamos el pack completo para someter -hasta nuevo aviso- al universo tecnológico. En fin, perdonadme, esto no es más que una frívola licencia literaria, una pequeña provocación, aunque en el fondo todos sabemos que no dista tanto de la realidad… ¿Por qué?
Pues, para empezar, porque hace meses, o tal vez más, que el buen geek espera la ansiada llegada del iPhone 5. Ya sea, tan sólo, para poseerlo y apropiarse de su fuerza, la que se le supone, o para criticarlo y recordar que el lado luminoso, el de las buenas vibraciones, está de su parte en forma de un androide que, ojo, es pequeño y verde… vaya. Sigo, todos recordamos el tremendo “interruptus” del año pasado cuando el iPhone 4S vio la luz del día. En aquel momento, los más fans de Apple (y los expertos, y los visionarios, vaya: la mayoría) presagiaban un nuevo terminal totalmente renovado, más estilizado, con una mayor pantalla y funciones jamás vistas. Al final se quedó en lo mismo. Bueno, de acuerdo, es un terminal más rápido, lleva una buena cámara y un mini Hall respondón en su interior, pero tales innovaciones en absoluto fueron suficientes para evitar que el sucesor del viejo “4” dejara a más de uno bastante tocado y sin argumentos ante la avalancha de novedades y avances en el otro lado. Especialmente cuando esas novedades no han dejado de llegar, y Samsung, HTC o Sony, entre otras, han pegado un golpe sobre la mesa presentando terminales que viajan (a priori) por el hiperespacio en comparación con las prestaciones del último de Apple.
Así pues, ¿para cuándo la gran invasión? Llevamos meses repitiendo la rutina que ya vimos en 2011. No dejamos de leer, compartir e incluso provocar rumores sobre las supuestas novedades y los increíbles componentes que montará el esperado nuevo iPhone. Pero todo queda ahí, en el vasto silencio de los timelines, en artículos archivados, en húmedos sueños inconfesables. No hay nada nuevo bajo el cielo, aunque si lo que dicen es cierto sin duda estaremos ante la máquina que hará funcionar a la estrella de la muerte:
- Por ejemplo, dicen que la pantalla sería (mínimo) de 4 pulgadas, In-Cell y la fabricaría Sony;
- Que podría contar con un procesador de cuatro núcleos desarrollado por Samsung;
- Que vendría con NFC integrado;
- Que se cambiaría el conector, pasando a ser “mini”;
- Que podría cargarse por inducción (punto que parece que genera bastante atención);
- Que la carcasa trasera estaría construida en metal y que el teléfono sería tan estrecho que ni se notaría en el bolsillo, hablan de 7,6 mm…
- Que la cámara tendría paneles reemplazables;
De todo esto, nada es oficial. Con el nuevo iPad sucedió algo parecido, circularon todo tipo de imágenes y rumores para dar lugar al final a, otro momento de placer interruptus. Sí, fue un paso adelante: la pantalla retina, la velocidad del procesador, el mini Hall, y poco más. ¿Os suena? Por lo tanto, afirmar, en este momento, que la llegada del iPhone 5 es, en su sector, lo más esperado de lo que queda de año, no parece nada exagerado. Más aún, prácticamente todos los buenos geeks del planeta tienen hechas sus apuestas y quien más quien menos espera o una decepción, o una grata sorpresa. La pregunta es, ¿en qué grupo estáis, vosotros?
Y, a todo esto, que no se me enfaden los Fanboys de Apple. Porque reconozco que nada me gustaría más que llevar en mi bolsillo ese iPhone 5 tan avanzado, tan malvado, que deje en ridículo a los demás smartphones del mercado y tan “darth” que, por el simple hecho de utilizarlo, su energía se apodere de mi y me acompañe por ese complicado lado de la fuerza en el que vivimos… por soñar que no quede.
Por Xavier Gassó i Lorido
Comunicador y escritor