«Este artículo ha sido escrito por Christian Delgado von Eitzen,
Ingeniero de Telecomunicación. Director técnico, desarrollador (desde 1999)
y responsable de diferentes sistemas web y plataformas en Internet. Inmerso
en estrategias de posicionamiento en Internet y analítica web. Social Media
Manager. Formador en Nuevas Tecnologías y Redes Sociales. Publicando desde
noviembre de 2002 artículos de divulgación informática y telecomunicaciones. Lo pueden encontrar en Twitter como @chdve, en Google+ o en su blog.»
Google es una multinacional muy poderosa con beneficios de miles de millones de dólares año tras año y, si bien cada vez diversifican más su actividad, lo cierto es que casi la totalidad de sus ingresos son debidos a la publicidad.
Haciendo un poco de historia recordemos que comenzó su actividad empresarial como el buscador que todos conocemos, fruto de la tesis doctoral de los fundadores. A raíz de ver la oportunidad de vender anuncios dependientes de las búsquedas comenzaron a desear conocer cada vez mejor qué es lo que le interesa al visitante para poder presentarle anuncios que merezcan su interés (lo que significará que hará click y quizá genere una venta y la comisión correspondiente en su caso). Para poder establecer este perfil por usuario invirtieron e invierten millones en desarrollos, comprar empresas como DoubleClick, etc. Su máxima aspiración es saber qué nos gusta y lo intentan averiguar sin descanso.
Por eso cuando buscamos en Google un hotel para Nueva York por ejemplo, después visitemos la página que visitemos, todos los anuncios que aparecen por todas partes son de ofertas de alojamiento para esta ciudad.
Mucho les tuvo que haber molestado que una empresa como Facebook pidiese a sus usuarios que rellenasen una ficha con todos sus datos: nombre, ciudad, estudios, gustos musicales, cinematográficos, etc. ¡Y la gente la cubrió encantada! Lo que Google lleva persiguiendo años, Facebook lo consigue en poco tiempo y de esta manera ofrece a sus clientes poner sus anuncios segmentando por casi cualquier criterio.
Aún así la empresa de la gran G no se rinde pues cuenta con enormes recursos propios y continúa en su cruzada por conocer al usuario lanzando y manteniendo servicios como Gmail (para conocer de manera automática el contenido, temática y remitente de sus correos), Google Reader (qué feeds le interesan), Google Docs (qué documentos elabora), Blogger (qué blogs tiene o frecuenta), Google Product search (qué productos desea comprar), Youtube (qué vídeos le gustan), Google maps (dónde vive y a dónde quiere ir), Google News (qué noticias le interesan), Google Calendar (qué agenda tiene), GTalk (con quién “chateas” y qué dices), Picasa (qué fotos tiene, con quién las comparte), Google Wallet (qué compra por Internet), Google Music (qué música le gusta), Google Books (qué le gusta leer), Google Grupos (qué le interesa), Google+ (la red social similar a Facebook – con quién se relaciona y cómo, futuro ¿epicentro de todo lo demás?) y un largo etcétera que dan siempre indicaciones sobre las preferencias de los internautas. No es necesario comentar que el buscador también es una valiosa fuente de información sobre qué necesita saber la persona en cada momento. Con toda esta información agregada ¿no se tiene un muy buen perfil de la persona?
Paralelamente, el desarrollo de un sistema operativo para móviles (Android) es más que estratégico. El futuro es móvil y por tanto las búsquedas desde estos dispositivos cada vez tendrán más peso en el cómputo general de consultas. Por tanto la única opción era crear un sistema operativo “libre” según la filosofía de Google para maximizar su expansión. La compra de la división de móviles de Motorola, además de por las patentes que poseía, viene a reforzar la presencia de Google en el mundo de los móviles de manera similar a Apple.
Si el usuario lo autoriza (que es lo habitual) el sistema también podrá saber dónde está y por dónde pasa el usuario, lo que tiene mucho valor de cara a ofrecer anuncios geolocalizados (es decir, en función de su ubicación).
En el campo de los navegadores y a pesar de que durante mucho tiempo lo negaron, finalmente sacaron el suyo propio, Google Chrome muy rápido y moderno basado en el proyecto de software libre Chromium. Nunca he llegado a entender por qué Chrome no es software libre. De hecho me hace sospechar que tiene alguna funcionalidad oscura que no se quiere que se sepa o de lo contrario sería un programa abierto (igual que Android, por ejemplo).
Fue muy sonado el caso de CarrierIQ, empresa que proporciona software de control de redes móviles a los operadores, ya que según descubrieron unos hackers no solo monitorizaba las redes sino que también espiaba a los usuarios sobre todo de EE.UU. incluyendo dónde se encontraban o qué tecleaban en su terminal. Se vieron afectados terminales con Android, Blackberry, Apple y Windows Phone principalmente. Tanto Google como RIM, Apple o Microsoft se apresuraron a afirmar que sus programas carecían de cualquier espía pero lo cierto que es que salvo en el caso de Apple, los demás sistemas operativos de móvil no llegan al público directamente: pasan por las manos del fabricante del teléfono y luego por las de la operadora, y no se sabe a ciencia cierta qué instalan. El ejemplo de CarrierIQ viene a demostrar que por un lado si bien Android es software libre y transparente, el Android que lleva un teléfono en el mercado no lo es pues ha sido personalizado y “cerrado”.
Volviendo al caso de Chrome, lo que personalmente no entiendo es qué puede añadir Google para que no sea abierto. Considerando además la afición de la empresa por conocerlo todo sobre nosotros no sería raro que monitorizasen de alguna manera. Esto pertenece al campo de los rumores pero lo que sí es cierto es que a la hora de instalar el programa se genera un identificador único que llega a los servidores de Google (figura en su política de privacidad) aunque luego afirman eliminarlo.
Quizá el lector piense que Internet Explorer también puede mandar algo a Microsoft cuando al navegar comprueba si las páginas a visitar constan como páginas “peligrosas”. Puede ser. No lo niego aunque lo dudo, pero a mí en este caso la empresa de Redmond me da un poco más de confianza desde el momento que sé que sus ingresos no proceden de la venta de datos o publicidad sino de Windows, Office, Xbox y todos sus demás productos. En el caso de Google como decíamos al principio no es ni mucho menos así. Este hecho unido a que algunas empresas valoran más su cuenta de resultados que la privacidad de sus usuarios hace por lo menos dudar de las intenciones de Google.
Aunque su repercusión está siendo casi nula, existen en el mercado portátiles con ChromeOS, el sistema operativo diseñado para tener pocos datos en el equipo y muchos en Internet, en la nube (de Google, claro). ¿Otra manera de saber cuáles son los intereses de la persona? Se rumorea también que en las próximas semanas puede aparecer un servicio de Google similar a Dropbox: GDrive para almacenar ficheros que probablemente indicará la empresa del buscador, obteniendo más y más información.
Fracasó (a veces Google también lo hace) con Google TV pero siguen intentándolo, De consolidarse su utilización sin duda usarían lo que saben de nosotros para ofrecernos anuncios personalizados, en este caso por TV.
Un ejemplo práctico y real de que todas estas especulaciones son reales es que en la dirección https://www.google.com/settings/ads/onweb/ puede consultarse el perfil que, en base a los datos que tiene sobre cada uno, ha estimado Google que es el nuestro.
Con todos estos datos y ojos que nos observan desde todas partes cuando estamos en Internet no es descabellado pensar en Google como en un “Big brother” que todo lo registra.
El objetivo de este artículo no es ni mucho menos animar a que usemos menos Google sino a que por lo menos seamos conscientes de que con cada dato que les mandamos estamos alimentando y perfeccionando sin quererlo nuestra “ficha”. Es cierto que en muchas ocasiones no nos consideramos lo suficientemente importantes como para nuestros datos puedan interesarle a nadie o que pensemos que no tenemos nada que ocultar pero lo cierto es que en un futuro muy próximo la intimidad y privacidad digital, si no empezamos a defenderlas ahora, van a ser un bien muy preciado. Igual que no divulgamos ciertas informaciones sobre nosotros gritándolas por la calle ¿por qué no nos da reparo que Google las sepa? De momento el eslogan de Google es “Don’t be evil” (no seas malvado) pero ¿hasta cuándo? ¿Y si ya estuviese empezando a ser malvado? Porque todos los indicadores apuntan a que se está empezando a mostrar cómo es realmente. El tiempo dirá si estas líneas fueron fruto de una visión o una exageración.
[Imagen Jesús Diaz Gizmodo]
Buenas reflexiones Christian! La verdad es que últimamente Google se encuentra en el ojo del huracán con todos los movimientos en torno a la desaparición de sus productos para integrarlos en uno sólo. No hay que olvidar como bien dices que se dedica a la publicidad por lo que parece haberse focalizado en el negocio. Además, la agrupación de las políticas de privacidad en una sola han sido vistas si no con malos ojos, al menos han abierto suspicacias.
Otro tema que no mencionas relacionado con este tema es el de los círculos. Me parece interesante incluirlos en tu debate. No tiene mucho sentido contar con ellos excepto para lanzar distintos mensajes a distintas personas, algo que ocurre al usar distintas redes sociales. Tal vez Google esté pensando en dar en una única plataforma de monitorización todos los servicios de otras redes sociales: un círculo hace de twitter, otro de facebook, otro es linkedin… eso sí sería Gran Hermano!
Muy cierto lo que dices Juan Ignacio pero por cuestiones de extensión no toqué más temas. Realmente las ramificaciones que se pueden seguir extrayendo al profundizar darían para muchos artículos más. De hecho ni siquiera si te fijas están citados todos los artículos. Dejé a propósito algunos como Google Voice (llamadas de teléfono), Google Analytics (estadísticas web), etc. pues la lista de servicios de la gran G es enorme.
Sinceramente no creo que ni ellos mismos sepan todavía cómo integrarlo todo y que la información fluya de manera eficiente por sus sistemas independientemente de la aplicación utilizada pero creo que no hay duda en que para ellos es una necesidad.
Sobre la forma de obtener ingresos y como comentamos también no hay duda: Google es a día de hoy una empresa que vende publicidad y en un plazo medio no veo muchas opciones de cambio. Su fortaleza es su mayor riesgo: que los anunciantes se vayan a otro lado. No veo asegurado a nadie un futuro en Internet, tan probable veo que Google se coma Internet como que desaparezca en unos años, no hay nada escrito en mi opinión. Es un mundo que se mueve demasiado rápido como para quedarse quieto.
Excelente reflexión. Me gustó, la verdad es que he dado en pensar casi lo mismo que describes.
Un saludo !
(aunque no tengo seguidores) le vamos a dar un tweet! y Plus one!
Gran artículo Christian. Enhorabuena :D
Aún así me gustaría romper una lanza en favor de Google.
En los tiempos en los que el modelo de negocio era la publicidad invasiva, estos señores supieron enfocar y entender que los usuarios no están en contra de la publicidad sino de la molestia que ocasiona.
A partir de ahí, como cualquier negocio su idea de crecer le ha hecho convertirse en el «monstruo traga-dinero» que es hoy.
El problema radica como vi no hace mucho en el documental «googleando a google» en los fines de toda esa información y no solo eso, ya que aunque sus fines sean «no malvados», siempre está expuesto a las presiones de los que si lo son. Y ahí si radica su ventaja de posición de fortaleza.
Personalemente si mi información es recogida para que me envíen anuncios como en «Minoriti Report» conforme a mis gustos, no tengo demasiado problema. Pero si pasa de esa fina linea puede ser un problema enorme. Recordemos las presiones de los gobiernos europeos para que Google les diese sus algoritmos con la excusa de al privacidad. Personalmente, hoy, prefiero mil veces que tenga la información google que otros.
Ahora bien, eso no quita para estar vigilantes y tener siempre alternativas, ya que en caso de que google consiga que se dependa de él para todo, entonces si estaremos .. fastidiados, ya que confiar sólo en el «don’t be evil» de cualquiera es un suicidio seguro.
No podemos olvidar que google es el precursor de los nuevos modelos de negocio orientados a las experiencias y al usuario. Esa filosofía vale como inspiración para todo lo que ha venido detrás como facebook, twitter, linkedin, y muchísimos otros que vendrán y harán, seguramente, evolucionar la economía.
Por cierto he nombrado el documentado «googleando a google». Este es el enlace. http://youtu.be/W2TPygfq57k
Un abrazo Christian :D
Hola Julio
Muchas gracias por tus comentarios e interesantísimas apreciaciones que por supuesto comparto. Veré el documental, no lo conocía.
El objetivo del artículo como bien indicas es llamar un poco la atención sobre cómo este Gigante está intentando llegar a conocernos cada vez mejor y que seamos conscientes de que estamos siempre compartiendo datos. Por supuesto que soy usuario de sus servicios (de Gmail desde el día siguiente a abrir la beta por invitación en 2004, aunque no es mi cuenta principal) y hay mucho que agradecer a Google y a su especial manera de hacer las cosas, con un aire nuevo y diferente, tanto es así que siempre digo que me encantaría que hubiese un partido político con un «aire Google». Internet y sus servicios han avanzado mucho también gracias a esta empresa. Eso es más que innegable.
Lo que pasa es que ahora percibo cómo cada vez tiene más competencia en sus fronteras y comienza a aparecer un poco menos amable, ya enseña los dientes y en algunas guerras es «poco claro», lo que unido al hecho de que cada vez sabe más de nosotros es algo a tener en cuenta. El poco respeto que se atisba que muestran las multinacionales y empresas por nuestros datos preocupa un poco, valga de ejemplo el debate que se ha levantado sobre las nuevas políticas de privacidad que van a entrar en vigor.
Lo que sí han demostrado es que no le dan tan fácilmente a los gobiernos los datos que piden. Esperemos que sigan comportándose bien y que no se conviertan en el temido Gran Hermano.
Saludos y gracias, Julio
Buena reflexión.. pero me parece algo paranoica..
Porque Google se interesaría en uno si no somos nada mas que un numero? que es una persona entre 7000 millones, solo un numero, (carne y huesos y un poco de química que llamamos sentimientos), es solo pensar.. esta bien que sea su negocio alguien tiene que pagar todo lo que implica organizar la información del mundo.. los gobiernos tiene mucha, por no decir toda esa información y a nadie le complica y aun así.. ni se acercan a ofrecer lo que compañías como Google, Facebook o Apple ofrecen…
Si pensáramos que todo es un conspiración.. simplemente no saldríamos de nuestras casas..
Hola Felipe
Gracias por el comentario. Puede que sea paranoica y por supuesto nadie se va a preocupar de seguirnos uno a uno, solamente interesa en términos generales lo que son los gustos de cada uno y que se registran y se utilizan para personalizar lo que vemos es un hecho.
Lo importante es que como usuarios seamos conscientes de lo que implica cada una de nuestras acciones, exactamente igual que en el trabajo, estudios, en casa o en la calle.
Te dejo una noticia sobre Google diciendo que espiaba a los usuarios de Apple:
http://alt1040.com/2012/02/google-espio-a-los-usuarios-de-apple-a-traves-de-safari
Espero de verdad que sea una paranoia todo, no me gustaría acabar como los de la película «La Red» (con Sandra Bullock).