Esta semana Google y Apple salieron a defenderse luego de que un artículo en el Wall Street Journal les acusara de estar recogiendo información de la exacta localización de sus usuarios, en su competencia por construir grandes bases de datos a través de sus smartphones.
Han dicho que esa es una opción que tienen los usuarios para compartir con sus servidores el posicionamiento de aquellos. Esas bases de datos les daría a las compañías uno $2.9 mil millones por servicios basados en la localización geográfica vuestra o nuestra. Y se espera que el negocio basado en su información personal crezca a unos $8.3 mil millones en el 2014, de acuerdo con la firma de la investigación, Gartner Inc.
Mientras por un lado las leyes se transforman para castigar como delito el que usted borre tweets y mensajes en Facebook, al momento que entre en un proceso de investigación policial, de manera masiva y más perspicaz se transmite información personal sin siquiera usted conocerlo.
Cuestiones de privacidad ya se han discutido antes en torno a Facebook. Y para notables periodistas de tecnología como David Pogue, el que se transmita tu posición mientras utiliza un iPhone, por ejemplo, es algo que no le preocupa, pues no tiene nada que esconder.
El que le solicitemos se preocupe no equivale a pedirle que tire por la borda su smartphone, que se deshaga del GPS incorporado. No se trata de que el gobierno le esté observando. Es solo una falla de seguridad que deja al descubierto desde dónde usted utiliza su smartphone, solo en el caso de que su celular llegue a caer en manos de delincuentes.
Apple ha explicado que deliberadamente guarda geodata en sus dispositivos pero que lo hace con el fin de mejorar los servicios de posicionamiento. Pero el problema es que, una vez transmitida esa información ya no hay necesidad que permanezca en tu celular, y eso es lo contraproducente si llegas a perder tu iPhone porque esos datos ni siquiera guardan encriptación.
Otro aspecto a considerar es que este almacenamiento de información, al igual que el borrar mensajes y tweets ‘comprometedores’, los organismos legales podrían pedir observar y buscar su smartphone que aunque parece una buena práctica para desenmascarar a los criminales, en otros casos la policía no solo sabría de aquello que buscan sino descubrirían el lugar donde estuviste y que usted en particular no quiere se conozca.
Incluso si de declara como sospechoso de un delito a alguien, esa persona merece privacidad. Nadie es culpable hasta que un Juez así lo determine. El hecho que aquellos que aplican las leyes puedan fácilmente obtener información más de la necesaria, no es algo positivo para la sociedad civil.
Google en el tema de location tracking ha expresado que cuando uno de los teléfonos corriendo en Android transmite información a sus servidores, esos datos reciben un número único pero que dicho número no se asocia con el IMEI del teléfono, el nombre del propietario u otro tipo de información. Pero si usted tiene una conexión Wi-Fi, Google puede tener guardado la localización exacta de su router y estar transmitiéndola al resto del mundo.
Por supuesto, ni Google ha desglozado mayor información sobre la colección de información que ellos mantienen, pero tampoco Apple a divulgado suficiente a cerca de esta falla en sus dispositivos. Y aunque para varias personas este tema no es algo que les preocupe en lo absoluto, para aquellos a los que sí, este tópico no le ofrece un buen sentimiento de lo que significa su privacidad en la edad de los gadgets y equipos móviles.
[Fuente Wired][Imagen CC jurvetson]