Todos conocemos servicios web como Facebook, Twitter o Foursquare, los utilizamos en nuestra vida cotidiana y en muchos casos no podemos concebir nuestra existencia sin ellos porque parece que llevasen toda la vida entre nosotros ¿verdad?.

Pues bien, en este tipo de servicios catalogados como web 2.0 se da un curioso fenómeno que todos habréis podido observar y que tiene que ver con la cantidad de usuarios activos que tienen estas comunidades.

Y es que a mayor número de personas, más usos prácticos pueden tener estas redes, lo cual casi siempre deja en un modesto segundo plano el objetivo principal ideado por sus creadores.

Para ilustrar esto un poco mejor veamos los ejemplos de Twitter o Foursquare:

Twitter

Inicialmente era un servicio para publicar mensajes SMS online en un muro público, en el que indicábamos lo que estábamos haciendo en ese mismo momento.

Esto en sus inicios fue considerado poco menos que una excentricidad, que sólo utilizarían los usuarios más geeks, pero según fue aumentando su popularidad sus usos se dispararon hasta llegar a lo que es hoy: un motor de búsquedas en tiempo real, un sistema ágil para contactar con empresas, marcas o celebridades y un largo etc.

Foursquare

Con ella pasó algo similar, en sus comienzos era una divertida aplicación para indicar desde un smartphone nuestra situación geográfica, a la par que los lugares por los que pasábamos, algo que a simple vista también puede parecer un poco «tonto» si se me permite la expresión.

Sin embargo, hoy en día gracias a la cantidad de usuarios que mueve, es un excelente motor de recomendación de locales de ocio, que también está empezando a ofrecer cupones descuento geolocalizados (un modelo de negocio al alza en estos momentos).

Conclusiones

La moraleja de esto que os cuento, es que no debemos de subestimar los servicios web en dónde son los usuarios quienes crean el contenido de forma colaborativa, por muy simples o tontos que puedan parecer al principio, ya que pueden evolucionar, y mucho, si les ofrecemos una buena herramienta con la que dar rienda suelta a su creatividad.

Y es que en este mundo globalizado las ideas fluyen a través de internet y no debemos de dejar a los usuarios en una posición pasiva, ya que el feedback y ellos mismos son el arma más poderosa que tiene la web 2.0.