El autoritario Julian Assange ahora está siendo buscado por la Interpol, no por el cablegate pero por un crimen sexual. Eso sin embargo no le libera de la investigación que el gobierno norteamericano lleva con el fin de determinar si se violaron leyes criminales al ventilar documentos gubernamentales, incluso se estudia la posibilidad de presentarle cargos en base a la Ley de Espionaje.
El pasado domingo fue denunciado un ataque de DDoS. Pero Wikileaks fue capaz de redireccionar su web a servidores en la nube localizados en Francia e Irlanda. El tráfico normalmente se dirige, en Wikileaks, hacia los servidores de Bahnhof, en Suecia.
El ataque, atribuído al “hacktivist” Jester , empezó a las 10:05 AM EST y Wikileaks estuvo de nuevo en funcionamiento a la 4PM EST. La saturación de los servidores fue modesto afirma Jose Nazario, de Arbor Networks, una compañía que analiza el tráfico de redes maliciosas atravesando la Internet.
El investigador de Arbor dice que el DDoS en contra de Wikileaks generó entre 2 y 4 Gbps de tráfico malicioso, un valor apenas por arriba al promedio de todos los ataques DDoS, pero muy por debajo del máximo que está en los 60 a 100 Gbps que realmente representaron masivos ataques contra otros sitios el pasado año.
El profeta de una nueva era de transparencia involuntaria, conforme Forbes caracteriza a Assange, tiene más planes para el futuro. Planea un megaleaks pero esta vez ya no dirigido a documentos clasificados sino a la corporaciones norteamericanas.
Y si no lo detienen, hay que estar pendientes. Todo lo que Assange ha prometido, lo ha cumplido. En la entrevista con Forbes, el fundador de Wikileaks indicó que la publicación escalonada de los documentos del Pentágono y del Departamento de Estado son solo el comienzo. A principios del año que viene, están en la mira las corporaciones norteamericanas, particularmente uno de los más grandes bancos en los EE.UU.
Aún no se ha especificado cuál de ellos está en la mira de Wikileaks.
Por lo que va de esta semana, el gobierno estadounidense no ha podido hacer nada con la información (cablegate) publicada en los medios más importantes del mundo. Y coincidimos con lo que The Guardian escribe al señalar que el trabajo de los medios de comunicación no es proteger a los diplomáticos de su propia verguenza.
Algunos oficiales norteamericanos parecen estar también de acuerdo, por ello ya trabajan en las cuestiones de protección en torno su información sensitiva. El Pentágono y otras agencias buscan maneras para ajustar la seguridad, incrementado auditorías internas y restringiendo la posibilidad de que sistemas con información clasificada se puedan conectar con thumb drives u otros sistemas de media transferible.
[Fuente Wired][Imagen CC Poster Boy NYC]