Bajar las fotos a la PC no parecería ser un tema para nada complicado, todas las cámaras traen el cable de conexión al puerto USB de nuestra computadora, se trata de conectarlas entre sí y listo. Pero tendríamos que tener en cuenta otra opción que puede ser más segura y práctica.
Esta otra opción se trata de una simple lectora de tarjetas de memoria que evita estar conectando y desconectando la cámara a la computadora cada vez que queremos descargar nuestras fotografías.
¿Cuándo conviene usarla y cuándo no tanto?
Personalmente, odio los cables, así que mientras no tenga una cámara con transmisión inalámbrica de los archivos, mi opción es la lectora de tarjetas. Sí, ya se que la lectora externa también tiene un cable, pero existen también internas (si es que nuestra PC de escritorio no la trajo de fábrica) y aunque use una externa, se conecta una sola vez y listo. Además las externas nos permiten transportarlas a cualquier PC.
Otra cosa que no me gusta para nada es tener la cámara deambulando por el escritorio mientras las fotos bajan. No es lo más seguro que exista. Un simple y tonto accidente, como por ejemplo enganchar o tira del cable, podría ocasionar que la cámara fuera directo al piso. Lo ideal sería que estuviera guardada mientras usamos solamente la tarjeta de memoria para la descarga de archivos.
Ahora, ¿cuándo no recomendaría esta opción? cuando la tapa o puerta de acceso al compartimiento de la tarjeta en la cámara fuera algo débil, de plástico y que no inspire mucha confianza. En ese caso, el hecho de abrir y cerrar repetidas veces esa puerta puede traernos un problema grave que es la rotura de la misma, lo que representaría un remedio peor que la enfermedad. Para esas cámaras de gama baja y de construcción no del todo sólida, aconsejo seguir utilizando el cable USB. Caso contrario, desde mi punto de vista, sin duda la lectora es la mejor solución.
La ventaja adicional del lector de tarjetas está si alguien puso en el firmware de la cámara algo que impedía que se vieran las fotos desde la cámara cuando usamos algun sistema operativo no habitual (o incluso habitual).
Es buena la recomendación de no hacerlo cuando la tapa del compartimento de la tarjeta en la cámara es débil, pero es un motivo para no comprar la cámara. Si lo que vemos se va a romper mecánicamente por usarlo un poco, lo que no vemos…
No creo que la mayoría de la gente se acuerde de la tapa de la memoria cuando compra una cámara. ¡Cuando se dan cuenta que la tapa es débil ya es tarde!
Con respecto al firmware, ¿tenés conocimiento que haya pasado algo así?
Gracias por pasar y comentar.
Yo hasta que no tenga una cámara con trasmisión inalámbrica, prefiero seguir con el cable.
Tuve la experiencia hace unos años, con un cliente que tenía una camarita Olympus de 1,3 mp más o menos, que la pc no la reconocía. Entonces le instalé un lector de memoria al pc. El hombre contentísimo, porque además tampoco le gustaba el tema de andar con el cablecito.
Pero ¿sabés cuál fue el problema?
De tanto sacar y poner la tarjeta de memoria en la máquina se le empezaron a estropear los contactos de la memorias, entonces cada tanto había que comprar una memoria nueva. Te aclaro que era una máquina en la que bajaban fotos al pc unas 4 o 5 veces por día, como mínimo.
Pero a partir de esa experiencia, mi memoria no sale de la máquina.
Pues lo cierto es que la cosa de los firmware tiene su miga. Uso dos cámaras digitales: una compacta Leica D-Lux3 y una SLR Digilux3. Las dos formatean en un tipo de FAT32 raro. Pero si les pones tarjetas con FAT32 correcto las leen perfectamente y se pueden usar sin problemas.
Para hacer el formato correcto necesitas evidentemente un lector y un programa que sepa hacerlo como DFsee.
Tienes razón con lo que pasa a menudo, la gente compra sin mirar, y no ve donde están los euros de más o menos, pero es en esos detalles mecánicos donde suelen estar más a menudo de lo que nos pensamos.
Muy interesante lo que comentas sobre el formateo.
Voy a investigar mas.
Muchas gracias.